El entrenador uruguayo admitió que el club paranaense fue un punto de inflexión en su vida personal y profesional, a pesar de que su salida no fue la ideal. Si bien en su momento le inició acciones legales, reconoció que lo difamaron. “Dicen que aquel juicio lo cobré dos veces. No solo que no cobré dos veces sino que no cobré ningún pago”. Criticó a Orlando Butta y que ser un adelantado en su profesión le jugó en contra. “Me tildaron de loco y raro”.
Hubo que esperarlo un buen tiempo como para dialogar y concretar la entrevista. No porque quería evitar la nota, sino porque la charla con sus colegas fue extensa. Hace mucho que Miguel Volcan Sánchez es un manual de consulta para jóvenes y no tan jóvenes entrenadores.
Acaba de finalizar una de las jornadas de capacitación de la Clínica Esco-Coditep. Hace frío, mucho frío. Y así como muchos técnicos prefirieron irse a sus alojamientos, él prefirió quedarse para hablar de su pasión, el básquet.
El protagonista en cuestión tiene una relación muy arraigada con Paraná. Su paso por Echagüe quedó marcado a fuego. Fueron en dos períodos distintos, en la época en la cual la Liga Nacional aún estaba alimentando sus sueños.
Hay mucho para charlar con este uruguayo de nacimiento y argentino por adopción. En su paso sin dudas dejó huellas imborrables. Es así que entre recuerdos y añoranzas surgió el momento de referirse a su paso por el AEC, a su relación con la entidad paranaense y a aquel juicio histórico que le inició a la institución del cual mucho se habló y pocos conocen con profundidad.
-Otra vez en Paraná con algo que te gusta y mucho, que es capacitarte y compartir horas de charlas con tus colegas.
-Esta es una profesión de formación permanente. Uno siempre está aprendiendo, corrigiendo e incorporando nuevas metodologías de trabajo. La idea es sumar cosas a mi filosofía del básquet y actualizarme. Si bien considero que tengo un buen nivel de información siempre es bueno escuchar para aprender.
-¿Recordás la primera Clínica de capacitación que concurriste? -Sí, claro. Vivía en Uruguay y me vine a Buenos Aires en 1981 a una Clínica de Ranko Zeravika (NdR: prestigioso entrenador Serbio). Después, repetí el viaje en 1982 con Dan Peterson (DT estadounidense). Por aquel entonces viajé a los Estados Unidos para seguir sumando conocimiento. Lo hice en la época que no había Internet y que la tecnología lejos estaba de ser la de hoy. La comunicación era por teléfono o por correo. Fue un viaje extraordinario, como la gran mayoría que realicé. En mi formación siempre busqué aprender de los mejores. De muy joven tuve la gran chance de ser asistente de Bobby Knight, uno de los entrenadores que marcó tendencias en el baloncesto mundial. La vuelta de la vida me depositó para dirigir en la Argentina.
-Fue un paso muy grande para vos en aquella época. -Tal cual. Yo me vine a los 26 años a la Argentina después de una enorme capacitación. Yo estaba sobre preparado para el medio, y eso, en algunas cosas, me ayudó y en otras no tanto. A veces estar sobre preparado genera que te quedes en off side, entonces al principio a algunos impacta de manera positiva y en otros en forma negativa.
-¿En que lo notaste? -Lo noto hoy cuando veo entrenamientos a puertas cerradas, el filmar las prácticas, tener una sala de videos y la disciplina. Yo a eso lo apliqué antes de venir a Echagüe, a mediados del 80. ¿Sabés los conflictos que me acarreó hacer eso en una época que acá nadie lo hacía?. Me tildaron de loco, me miraban como un extraño. No es de pecar de soberbio pero en algunas cosas fui un adelantado. Lo que me satisface de todo esto es que el paso del tiempo me dio la razón. Lo que yo hacía antes y era raro, hoy es lo más normal del mundo.
-¿Qué soñabas por aquél entonces?
-Mi pasión era y es el básquet. Yo quería dirigir y trabajar de esto. Argentina, y Entre Ríos por sobre todas las cosas, es mi lugar en el mundo. Yo nací en Uruguay pero a este país lo siento muy adentro. Siempre digo que tengo esa combinación exacta entre uruguayo y argentino, aunque en el fondo soy entrerriano. Mirá, yo entrené básquet en siete países. Lo hice acá, en México, Brasil, Perú, Estados Unidos e Italia. Lo digo con honestidad, éste es mi lugar en el mundo.
-¿Y Paraná qué lugar ocupa en tu corazón? -Paraná es mi lugar favorito. Es la ciudad ideal. Tiene una combinación exacta entre ciudad -pueblo en la cual me siento muy cómodo. Acá tengo amigos que no son del básquet. Me siento protegido y respetado. Está bueno sentirte querido y protegido. Paraná marcó una parte muy importante de mi vida. Siempre digo que cuando deje de girar con el básquet es muy posible que me radique en Paraná.
SER Y NO SER. -Hablaste de tu profesión y los recuerdos. Ahora bien, qué podés decir de Echagüe.
-Echagüe es una parte vital y fundamental de mi vida. En los primeros tres años tanto en lo personal como en lo profesional viví algo genial. Se hizo un trabajo muy bueno. Fue una etapa en la cual (Orlando) Butta se manejaba de una manera distinta. Después la segunda parte, no fue tan buena porque se le vendió la plaza a una empresa, surgieron problemas y se tergiversaron un montón de cosas. Fue una pena lo que sucedió. Igual, nada va a negar lo que siento por este club. Echagüe es mi club y si bien ya no recorro las instalaciones no hay lugar en el mundo que no pregunte por Echagüe.
-¿Estás al tanto de la realidad de Echagüe? -Siempre. Es más, el otro día me lo crucé a Marcelo Casaretto y a Sebastián Uranga y me preguntó si algún día iba a volver. Sí, sé que algún día voy a volver a Echagüe. Lo voy hacer generosamente. Lo único negativo es que después de tener una relación brillante con Butta terminamos mal. En la vida sigo caminando con la idea de seguir aprendiendo y veo que del otro lado eso no fue así. El tiempo no lo ayudó, se quedó y fue para atrás.
-¿Porqué lo decís? -En la vida uno puede tener diferencias pero a la larga, cuando uno aprende a vivir, debe estar por encima de esas cosas. Yo hoy estoy por encima de esas cosas. Él creo que no. Si alguna vez se da la chance de hablar con Butta lo haría sin problema, pero ojo, yo no lo voy a buscar. Seguramente Butta va a leer esta nota. Si él algún día cree y quiere charlar conmigo, voy a estar encantado de la vida. No lo voy a buscar porque él se fue a la banquina conmigo. De todas maneras eso no significa que uno no crea en segundas y hasta en terceras oportunidades. Se trata de grandeza humana.
-Mucha gente te aprecia y te quiere, pero hay otros que quedaron ofendidos cuando le iniciaste acciones legales a Echagüe.
-Es bueno que me lo preguntes. Es todo muy simple. En su momento le inicié juicio a la empresa que compró la plaza de Echagüe. Ese juicio siguió su curso en la justicia hasta que un día salió. En ese momento fui benévolo al extremo porque yo tenía en mano hasta el remate del club, y jamás se me ocurrió por la cabeza rematar a Echagüe. Y peor aún es la versión que corre, que al juicio yo lo cobré dos veces. ¿Cómo voy a cobrar dos veces si en el medio hay jueces y abogados?. Un disparate de mala leche. Es ahí donde digo que Butta actuó muy mal conmigo.
-No lo voy a negar, el rumor es que Volcan Sánchez cobro dos veces ese juicio.
-Pero por favor. Es una locura. ¿Querés que te diga una cosa?. Para saldar la deuda me hicieron un plan de pagos que acepté para que el club pueda seguir funcionando sin problemas. Me dieron unos cheques que no tenían fondos. A los cheques los debo tener tirados por ahí. ¡Por favor!, ¿Qué vienen a decir que cobré dos veces?.
-Está bueno que lo aclares. La historia dice que Echagüe y Volcan Sánchez generaron una relación muy fuerte.
-Que no te quepa la menor duda que es muy fuerte. De mi parte lo es. Quiero mucho a Echagüe, tengo muchos amigos en el club. Lo que se rompió fue mi relación con Butta, porque me difamó mal y me dejó mal parado. No solo no cobré dos veces como dicen sino que no cobré ningún pago de aquel juicio. Este es el juego de la media mentira y media verdad. ¿Echagüe me pagó?. Si me pagó. Lo hizo con cheques, pero esos cheques no tenían fondos. Media verdad, media mentira.
- …
-Te digo la verdad, no quiero hablar más del tema porque no me gusta. Pero pasa que me difamaron mal y mucha gente no debe saber la verdad. Y en el ambiente queda como que Volcan Sánchez le cobró dos veces a Echagüe. No, nunca cobré. Ni una, ni dos veces como dicen. Yo podría haber actuado muy mal, pero no lo hice. Porque quiero a Echagüe, porque sé valorar las cosas. En su momento el abogado me dijo, “mirá que tenés el remate del club a tu disposición”. Pero ni en pedo voy hacer algo para que rematen a Echagüe. Ni se me cruzó por la cabeza. Que quede claro: quiero mucho a Echagüe y sé que voy a volver. Y lo voy hacer generosamente.
El Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario