Abultada derrota de #Echagüe ante Unión, en el arranque de temporada.
Una deslucida imagen dejó el equipo de Martín Amden en su debut, por la División Litoral. Fue caída 84 a 66 a manos del Tate, quien catapultó en los errores del rival, su mejor versión. Mañana, a las 21, se vuelven a ver las caras en el Ángel Malvicino.
Los números hablan solos y a quien le guste las estadísticas, se dará cuenta que Echagüe en su debut hizo absolutamente todo mal. Primero porque no se decidió por defender ni atacar. Cuando llegó al perímetro rival se quedó sin ideas y, las que tuvo, las alternó con más yerros que aciertos. Esto fue el Negro en su debut, quien pese a sonar duro, rozó por momentos el amateurismo. Sin conducción, sin defensa, sin tiro y sobre todo, sin ideas.
La contracara fue Unión, quien pudo brillar desde las individualidades, pero mucho más, por el permitido que le otorgó su propio rival. Fue derrota del Negro ante el Tatengue en el Luis Butta, por 66 a 84 por la primera fecha de la División Litoral.
EL JUEGO DEL ERROR.
Fue la visita quien puso primera con un tiro a distancia de Miguel Isola (3). El local, por su parte, desde el inicio decidió jugar al poste bajo, aunque sus internos se mostraron muy erráticos (0/4). Claro que tampoco hubo segundas jugadas y recuperación de posesión para el AEC, ya que los rebotes fueron todos del Tate (3 de Reinick).
Posteriormente a una conversión de Brown, llegó una nueva bomba de Isola, para estirar cifras por parte del visitante (6-2). Si bien no fue efectivo en sus ofensivas, al elenco paranaense le sirvió apostar a una férrea defensa para no permitir que su rival se escape. Y así fue como dividió buenas y malas para mantenerse en partido (12-10).
Rápidamente Amden trató de encontrar soluciones en el banco, mandando a la cancha a Ruiz Moreno, Morales y Cechi, apostando a la triangulación rápida en busca de tiros desde el perímetro, cuestión que no encontró por lo errático que estuvo su equipo en el primer chico. Así fue como la visita sin brillar, con mucho que mejorar, se fue al primer descanso arriba (14-11).
MÁS DE LO MISMO.
En el inicio del segundo chico rápidamente el dueño de casa intentó achicar (Cecchi por dos), aunque una respuesta de Vildoza desde 6.75 puso paños fríos para el pleito (13-17). Cuando todo parecía complicarse, Julián Morales metió una bomba para acercarse (16-17) y despertar la ilusión del Negro. Aunque solo fue una luz en la oscura noche, ya que de ahí en más Echagüe siguió aumentando su ineficacia en ataque (0/3), cosa que aprovechó con poquito su rival para meter un parcial de 4 a 0 y estirar ventajas (23-17).
De cara al cierre del primer tiempo, los errores se fueron adueñando del local. No solo en los tiros, sino también en las opciones de pase, con dos pérdidas consecutivas que significaron el gol en el propio aro, para que Siemienzcuk gane en tranquilidad (parcial de 4-0 para escaparse 29 a 22).
Y de mal en peor, al AEC no solo que no le salió una en ataque, sino que cada ofensiva malograda de su rival tuvo una nueva vida. A Echagüe le bajaron 8 rebotes defensivos consecutivos, los que permitieron dos bombas de Franco para escaparse, sacando la mayor diferencia del cotejo (9). Así fue como pese a un bajo goleo, Unión catapultó en los yerros de su rival su mejor versión, para irse al descanso en ganador (36-29).
SIESTA ETERNA.
Tan solo 2’ de juego en el complemento le bastaron a Unión para escaparse en el tanteador y acrecentar las preocupaciones de Amden y compañía. Dos pérdidas seguidas, dos rebotes ofensivos por parte del Tate le permitieron a Dorsey sacar chapa. El foráneo de la visita clavó 10 puntos (2/2 en triples y 2/2 en dobles) para poner en jaque al dueño de casa (46-29). A ello una distracción de González en defensa le permitió a Unión sacar la máxima diferencia (19), ante la mirada extraña de todos los presentes.
Hasta hubo tiempo para que Dorsey haga una jugada del juego de las estrellas, y la vuelque en la cara de los jugadores locales que ni así salieron del letargo, para cerrar el chico con 23 de ventaja para el Rojiblanco (68-45).
ESPERANDO LA CHICHARRA.
El último chico fue más de lo mismo, con una leve mejoría en defensa por parte del local. Claro que aquello poquito que cosechaba, lo despilfarraba en ofensiva, sin poder achicar de cara a os últimos 5´ (53-75).
Las ideas trataron de caer sobre el final, aunque el tiempo no fue suficiente para achicar una abultada derrota por 66 a 84 en el arranque. Borrón y cuenta nueva aunque claro, poco dejó marcado en su haber este equipo de Martín Amden. Mañana tendrá revancha a sí mismo, desde las 21 cuando visite al propio Unión.
NÚMEROS
8-5
Está al frente Echagüe sobre Unión en partidos oficiales, con la derrota de ayer, la cual a su vez fue la primera como local ante el Tatengue (6-1).
11
Al igual que la última temporada con la camiseta de Echagüe, allá por el año 2001, Pablo Jaworski volvió a calzarse 12 años después el mismo número en su espalda y en el pecho, una tradición ya para el Pelado.
APOSTILLAS
LOS TRAPOS EN OTRO LUGAR.
Debido a la concurrencia masiva de público visitante, la Barra Aníbal Sánchez debió ubicarse en la cabecera que da a calle 25 de Mayo, y no hacia Urquiza como de costumbre, ya que en esta zona se ubicaron los hinchas de Unión.
A TOMAR NOTA.
No solo fue llamativo el cierre de puertas a los entrenamientos para la prensa, sino también otras medidas que de aquí en más los medios deberán tener en cuenta por disposición de su entrenador Martín Amden. Entre ellas, por ejemplo, que previo a cada cotejo (local o visitante), nadie del plantel dará notas, hasta una vez finalizado el encuentro pero tras retirarse de los vestuarios momentos posteriores a su higienización. Cuestiones a acatar y respetar, guste o no.
ESTIRA EL MORENO.
Durante los minutos que el plantel del AEC estuvo tirando al aro, previo al calentamiento, el foráneo Robert Brown permaneció en el banco de suplentes, con auriculares, realizando estiramientos musculares, algo llamativo y poco usual. Otro dato a destacar fue que el moreno realizó la entrada en calor con música, y vistiendo pantalones largos pese a las altas temperaturas.
PRESENCIAS ESTELARES.
En la zona de plateas estuvieron presentes Justo Reinoso, quien dirigió a Echagüe y Unión (en la década del ‘80 en el Negro), como así también Leopoldo Ruiz Moreno, quien recibió además una plaqueta y remera, en el marco de la campaña por los 32 años del parqué.
Nicolas Furlan, para El Diario.
Foto: Bernardo Albisu
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