martes, 16 de diciembre de 2014

Un poco de agua en el desierto

#Echagüe se despidió de su gente con una victoria sobre UNCAus, por la Conferencia Norte.
En su último partido como local del año, el AEC ganó por primera vez en la segunda fase. Sin brillar, reaccionó a tiempo y venció 68-67 a los chaqueños. Ahora cerrará el 2014 de visitante, contra Oberá TC y Sarmiento de Resistencia, respectivamente.


Tenía que ganar como sea. Jugando bien, mal, dominando, sufriendo. Como sea después del golpazo que se dio el viernes contra San Isidro -perdió 78-79 a 2.5 segundos del cierre tras ir al frente todo el partido- y el descontento que esto generó en su gente. 
Y finalmente lo consiguió, con tensión, con dramatismo, pero lo consiguió. 
Echagüe se despidió de su casa, en este 2014, con una victoria sobre la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAus) de Roque Sáenz Peña, Chaco, por 68 a 67. El equipo de Martín Amden parecía que se volvía a quedar con las manos vacías pero reaccionó a tiempo y con un parcial de 8-0 en los últimos minutos sumó de a dos por primera vez en la Conferencia Norte de esta segunda fase del Torneo Nacional de Ascenso, para cortar así una racha de tres encuentros sin festejos. 
El público alentó toda la noche y al final, los jugadores reconocieron esto en el último saludo, en el círculo central del Luis Butta. 
Queda mucho por cambiar, hay jugadores por recuperar -Pablo Jaworski volvió a estar ausente (tobillo)- y por delante, antes del receso por las fiestas, dos duras presentaciones fuera de casa, el viernes ante Oberá TC y el domingo con Sarmiento, en Resistencia. 


SIN DIFERENCIAS.
Las fuertes defensas que presentaron ambos hicieron desprolijos los ataques, sobre todo en la zona interna por donde los dos intentaron vulnerar los canastos. 
El goléo se fue abriendo muy de a poco, siempre con una paridad constante que, al cabo de la primera mitad del cuarto inicial, estuvo expresada en el tablero (8-8), cuando UNCAus se quedó rápido sin la experiencia de Julián Aprea, cargado de faltas (2). 
La pobre eficacia fue en aumento, situación en la que los dos equipos coincidieron -como lo hicieron en sus ataques repartidos-, como para continuar bien pegados en el tanteador (11-10). 
Desde la línea, Echagüe encontró respuestas para sumar tantos y mantenerse en ganancia (15-12). 
Las variantes por las que optaron los entrenadores en sus bancos tampoco modificó el rumbo de unos 10 minutos muy parejos. 


LA VISITA, UN POCO MÁS.
La noche no dejó de transitar por el camino de la equivalencia y recién a falta de 6.10 minutos para el entretiempo la balanza empezó a inclinarse para la visita, cuando con un triple de Gastón Marozzi, el primero en el partido, pasó a ganar por dos (24-26). 
El AEC quedó varado en los 24 tantos, cuando UNCAus empezaba a alejarse más (24-30), y salió de allí con una penetración de Eduardo Calvelli, de buena tarea junto a Santiago González. 
Phillip Locket apareció y con sus puntos los chaqueños siguieron al frente (34-37). 


DE MAYOR A MENOR.
Pasándose la bola, efectivo y defendiendo, en 1.32 minutos Echagüe generó un parcial de 7-0 para volver con todo a la cancha y así tomar las riendas nuevamente (41-37), beneficiado por el protagonismo de Agustín Carnovale que siguió presente cuando UNCAus volvió a despertar con un bombazo de Mauro Rorschy (46-43). 
A 2.30 del final del tercer período, el 49-49 del tablero continuaba expresando lo semejante del juego. El AEC no logró mantenerse en ese acertado rumbo del inicio y la noche parecía complicarse. Sin embargo, los de Diego Lifschitz tampoco fueron inteligentes como para entrar de mejor forma a los 10 finales (53-54). 


REACCIÓN JUSTA.
Como en buena parte del tercer cuarto, Brown fue la pieza fundamental para seguir bien cerca de la visita, la que colocó en evidencia un par de veces algunas fisuras en el poste bajo local, las que supo capitalizar Luis Argañaraz. 
Brown dejó de encestar y Echagüe lo sintió, máxime cuando Tomás Acosta se despachó con un triple de 45º que a 5.01 minutos del epílogo dejó a los de Chaco 58-65. 
El AEC apostó a una presión a la salida, pero en ataque, lo que no convirtió si lo hizo UNCAus que con el correr de los minutos cuidó su cosecha (60-67). 
Un dos y uno de Calvelli le devolvió la esperanza a su equipo, que recuperó más terreno y a 3.05 minutos achicó a dos (65-67). 
Echagüe tuvo oportunidades, lanzó seguido pero sin puntería y fue la defensa lo que lo conservó vivo, tal es así que secó a su rival y con un parcial de 8-0 en el cierre selló la victoria, no sin antes sufrir, sobre todo cuando a 4.3 segundos a Lockett se le fue por la línea de fondo un rebote en ataque que parecía controlado y luego Brown, quien había puesto al frente al AEC, despilfarró dos libres, aunque no hubo tiempo para más.


Santiago Reutemann, para El Diario.-

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