Los concordienses demostraron por qué están entre los mejores conjuntos de la temporada y el AEC, último de la Conferencia Norte, encima jugó mal y así sufrió un duro golpe en el clásico entrerriano.
Echagüe sabía que para ganarle a Estudiantes debía doblar los esfuerzos. Inclusive, quizás hasta solo con eso no le alcanzaría.
Estas concentrado en defensa y aprovechar cada chance en ataque sería clave ante los concordienses, uno de los mejores equipos de la temporada 2016/17 de la Liga Nacional de Básquetbol que anoche, una vez más -se quedó con los 4 clásicos del año-, le hizo ver la realidad al AEC que anoche, nuevamente sin su capitán Matías Nocedal (contractura en el glúteo), ante su gente nada se pareció al de los últimos partidos.
EL ENCUENTRO
Poco a poco Estudiantes fue dejando su desconcentración de lado, esa que Echagüe supo capitalizar bien como para empezar ganando (4-0).
Los de Hernán Laginestra se acomodaron atrás y repartiendo su goleo revirtieron la situación (5-9) en un inicio de primer cuarto parejo.
El AEC volvió a tomar la posta vía John Millsap (10-9), pero la potencia de Darquavis Tucker se hizo sentir cada vez más y beneficiándose por las pérdidas locales (4) la visita sacó rédito (10-18).
Iván Najnudel continuó apostando a su quinteto inicial a pesar de que su rival siguió ampliando la distancia (10-22).
Sebastián Uranga rompió el parcial 0-13, antes de ser cambiado por Emilio Stucky.
Echagüe no dio pie con bola en la pintura -encima lanzó un 1/7 en triples- y allí los de Concordia hicieron daño, justificando el amplio 13-32 de los primeros 10 minutos (10/14 en dobles).
Complicado en todos sus rubros ofensivos, al AEC solo con actitud de le bastó y tanto Tucker como Justiz Ferrer, de los mejores extranjeros de la temporada, fueron mucho para los locales (23-51).
Más allá de que los 51 puntos en contra con los que los paranaenses se fueron a los vestuarios, el 8/17 en dobles, 2/13 en triples (33% en cancha) y 5/12 en libres dejaron en claro que en ataque se falló mucho. Ni hablar de las 11 pérdidas.
La mano caliente de Federico Marín desde los 6.75 complicó aún más las aspiraciones de un Echagüe obligado a mejorar para, al menos, cambiar el panorama de cara al último periodo.
Gelvis Solano le dio algo de oxigeno al Negro en las ofensivas. Pero en los triples Estudiantes encontró la llave para ir cerrando la victoria con mucho por delante.
Si bien arriba mostró otra imagen -Carlos Buemo también hizo su aporte- , el AEC volvió a fallar atrás y el cuarto final sirvió para decorar el tanteador y que jueguen los que habitualmente menos lo hacen. En este sentido, dentro del mal resultado positivo fue lo de Franco Barroso. El interno, que el partido pasado regresó luego de una compleja lesión en su hombro, terminó con 16 tantos (8/10 de dos) y 7 rebotes, 4 de ellos en ataque.
El Diario
Foto: Bernardo Albisu
Poco a poco Estudiantes fue dejando su desconcentración de lado, esa que Echagüe supo capitalizar bien como para empezar ganando (4-0).
Los de Hernán Laginestra se acomodaron atrás y repartiendo su goleo revirtieron la situación (5-9) en un inicio de primer cuarto parejo.
El AEC volvió a tomar la posta vía John Millsap (10-9), pero la potencia de Darquavis Tucker se hizo sentir cada vez más y beneficiándose por las pérdidas locales (4) la visita sacó rédito (10-18).
Iván Najnudel continuó apostando a su quinteto inicial a pesar de que su rival siguió ampliando la distancia (10-22).
Sebastián Uranga rompió el parcial 0-13, antes de ser cambiado por Emilio Stucky.
Echagüe no dio pie con bola en la pintura -encima lanzó un 1/7 en triples- y allí los de Concordia hicieron daño, justificando el amplio 13-32 de los primeros 10 minutos (10/14 en dobles).
Complicado en todos sus rubros ofensivos, al AEC solo con actitud de le bastó y tanto Tucker como Justiz Ferrer, de los mejores extranjeros de la temporada, fueron mucho para los locales (23-51).
Más allá de que los 51 puntos en contra con los que los paranaenses se fueron a los vestuarios, el 8/17 en dobles, 2/13 en triples (33% en cancha) y 5/12 en libres dejaron en claro que en ataque se falló mucho. Ni hablar de las 11 pérdidas.
La mano caliente de Federico Marín desde los 6.75 complicó aún más las aspiraciones de un Echagüe obligado a mejorar para, al menos, cambiar el panorama de cara al último periodo.
Gelvis Solano le dio algo de oxigeno al Negro en las ofensivas. Pero en los triples Estudiantes encontró la llave para ir cerrando la victoria con mucho por delante.
Si bien arriba mostró otra imagen -Carlos Buemo también hizo su aporte- , el AEC volvió a fallar atrás y el cuarto final sirvió para decorar el tanteador y que jueguen los que habitualmente menos lo hacen. En este sentido, dentro del mal resultado positivo fue lo de Franco Barroso. El interno, que el partido pasado regresó luego de una compleja lesión en su hombro, terminó con 16 tantos (8/10 de dos) y 7 rebotes, 4 de ellos en ataque.
El Diario
Foto: Bernardo Albisu
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