Por la quinta fecha del grupo 3 del Torneo Nacional de Ascenso, el Negro volvió a perder. En La Histórica y ante Tomas de Rocamora, fue derrota 79 a 75, con un buen primer tiempo y un complemento para el olvido. Sobre el final Williams malogró la chance del triunfo. El AEC acumula cuatro derrotas en serie y el viernes recibe en Paraná a Estudiantes de Concordia.
No solamente el clima fue variante desde Paraná hasta Concepción del Uruguay. Mucho de ello tuvo este Echagüe, que comenzó el encuentro apabullando a su rival y dando muestras ciertas de rehabilitación, así se fue tranquilo al descanso, con el juego colectivo como estandarte.Pero claro, como a lo largo de las fechas anteriores, volvió a ser cambiante en pasajes claves que lo llevaron a una nueva derrota. Desconocido, el Negro sumó errores y nervios que lo llevaron otra vez a ser un equipo ciclotímico que deambula en la cancha. Sobre el final tuvo la chance pero, un inestable (como el clima) Williams erró en la línea lo que hubiese sido triunfo.
Derrota (79-75), una más y llegan a cuatro en fila, y preocupación por parte del cuerpo técnico, quien no parece encontrarle la vuelta.
DE MAYOR A MENOR.
En el inicio fue la visita quien tuvo el protagonismo en las dos pinturas. En defensa Landoni supo contener a Emilio Domínguez, para que la movilidad de La Bella y Maldonado le den dinámica al ataque del Negro. Así fue que entre Landoni y Maldonado le dieron el primer parcial (5-0) a Echagüe. Claro que no todo sería color de rosa para los de Uranga. En Rocamora apareció la experiencia de Pablo Jaworski para comandar las ofensivas y en un abrir y cerrar de ojos, con el base como estandarte, el Rojo se puso a tiro (7-10).
Los locales fueron apoderándose de la zona pintada con Domínguez como abanderado (3/3 en dobles) en ataque y Acosta en defensa. Claro que en Echagüe la mano caliente de Ravina (2/2 en triples) mantuvo la diferencia para cerrar el primer chico arriba (21-17).
Pero el gran arranque se fue apagando de a poco en los capitalinos. Williams tomó tres opciones incorrectas para darle al local, al minuto de iniciado el segundo chico, la posibilidad de pasar al frente (24-21).
EN UN POZO.
El correr de los minutos fue desgastando a ambos equipos. Si bien propusieron el golpe por golpe, las malas decisiones y los tiros externos forzados fueron las principales causas para apagar el cotejo. La única claridad de los dos equipos la aportaron los perimetrales (Jaworski y Novello, en el local; Oviedo y Maldonado, en la visita), quienes aumentaron el goleo, aunque bajó en comparación del primer chico.
Sobre la chicharra del cierre del primer tiempo, cuando el AEC se conformaba con la ventaja (34-39), apareció la fortuna local para que, con una bomba y el tablero en complicidad, Juanchi Bergel deje a dos a su equipo (37-39).
PARA EL OLVIDO.
En el inicio del complemento saltó un equipo a la cancha. La desconcentración fue el principal rival de Echagüe y de ello, supo aprovecharse Tomás de Rocamora. Errático en tiros externos (1/4) y en cada decisión en ofensiva, el Negro fue sumergiéndose en su propia derrota, para que los uruguayenses se adueñen del chico (61-53).
En el último período Echagüe no hizo más que sumar preocupaciones. El juego colectivo mostrado en el arranque se transformó en un cúmulo de individualidades que llevó a la ventaja local (75-69). Sin embargo, una ráfaga lo puso a tiro al visitante (75-74) aunque en la última, un desconocido Williams erró dos libres para darle vida y triunfo final a los dueños de casa (79-75).
APOSTILLAS
AL ESTADIO, CON ANTICIPACIÓN.
Luego del periplo que separa la capital entrerriana de Concepción del Uruguay, el plantel de Echagüe llegó directamente al estadio de Tomás de Rocamora. Pasadas las 18.30, la delegación del Negro compartió una merienda en las instalaciones del elenco Rojo, para luego descansar y estirar las piernas tras el viaje realizado.
A MAL TIEMPO…
La partida desde Paraná tuvo calor, sol y un gran clima. Los kilómetros fueron pasando y llegando a la localidad de Rosario del Tala, el tiempo fue cambiando. Una vez arribado a Concepción del Uruguay, la lluvia y el frío recibió al plantel de Sebastián Uranga. Claro que para contrarrestar las inclemencias, los jugadores de Echagüe se encontraron muy motivados, expectantes y en busca de un triunfo, que después no pudo ser.
SOLO CON EL ARO.
Como de costumbre en cada presentación del AEC fuera del Luís Butta, Sebastián Uranga (h) luego de compartir la merienda con el plantel se dirigió a un sector de la cancha donde, con música de por medio, estuvo tirando al aro y afinando la puntería por más de media hora.
NICOLÁS FURLÁN (El Diario)
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