Los paranaenses se levantaron de la derrota sufrida en el debut del TNA y esta noche vencieron a Rocamora con una gran tarea de Cajal. Además, Cantón y Dodson se destacaron.
Finalmente Echagüe se recuperó de la derrota sufrida en el debut del TNA y este lunes se impuso a Tomás de Rocamora por 96-87. El equipo de Sebastián Uranga tuvo una gran tarea en ofensiva, y si bien obtuvo nuevamente un alto goleo en contra, supo construir los cimientos de su victoria gracias a la figura de Víctor Cajal, que finalizó el encuentro con 14 puntos y 14 rebotes.
El primer cuarto tuvo una gran paridad en su trámite, pero el correr de los minutos empezó a mostrar un equipo mucho mejor balanceado que el otro, o al menos, haciendo un mejor negocio que su rival.
Rocamora comenzó adelantándose en el score aprovechando el contragolpe, corriendo ante un defensa local que no pudo ejercer bien su balance defensivo y anotando puntos fáciles mediante aquellas posesiones cortas.
Echagüe empezó a equilibrar la balanza a través de los lanzamientos externos, con buen protagonismo de Elías Saad desde dicha línea. Sin embargo, en contraposición, los uruguayenses también tuvieron sus buenos promedios en tiros de triples, conformando un partido de alto goleo y eficacia durante los primeros diez minutos.
Pero Rocamora empezó a tener mucha más ventaja. Con un parcial inicial de gran magnitud por Felipe Pais, el combinado de Martín Amden empezó a sacar una buena luz de ventaja y dominio, controlando el juego con las corridas, el buen box out y aprovechando que en defensa podía anular a los dos pilares de los paranaenses: Cantón y Dodson.
La realidad indicó que, como Rocamora logró forzar a la dupla foránea a lanzar desde afuera gracias a una defensa férrea, Echagüe sumó buenos tantos pero terminó cediendo más unidades y se fue al primer descanso con desventaja de 20-25.
El segundo periodo volvió a tener la misma intensidad que su predecesor. El partido se mostró muy equilibrado desde los números del marcador pero poco a poco terminó sacando leves ventajas el cuadro visitante. Fue así como los de Amden sacaron una diferencia de ocho unidades (22-30) en las primeras posesiones.
Sebastián Uranga decidió buscar un nuevo giro dentro del partido y envió a la cancha al joven Haag, rendidor con su ingreso y dándole un poco de libertad al desempeño de Cajal, que empezó a ser clave para dar vuelta la historia con su visión y puntería.
Así, con la labor del base y el aporte de Cantón, Echagüe terminó por revertir una situación complicada para el local. Los anfitriones encestaron un parcial de 11-2 para pasar al frente por la mínima diferencia (33-32) y empezar a controlar el termómetro del encuentro, dominando aquel tándem y pulso de juego.
El cierre continuó siendo de trámite muy parejo, pero Echagüe terminó por irse al descanso con ventaja gracias a una bandeja de Cajal, que encestó las cuatro unidades finales del cuadro paranaense para ingresar a los vestuarios con un 44-43 a su favor.
El tercercuarto continúo teniendo el dominio de los paranaenses. Con Dodson siendo uno de los grandes protagonistas del arranque de Echagüe, los locales no tardaron en dispararse 54-45, pasaron a controlar el juego desde el tanteador y obligaron a su rival a correr desde atrás.
La sequía de Rocamora empezó a ser un problema extra. Si bien el equipo uruguayense mantuvo una buena forma en cuanto de volumen del juego, la realidad es que los de Uranga parecían un poco más sólidos en sus quehaceres, ya que se desenvolvían con mejor teniendo la tranquilidad del liderazgo en el score.
No obstante, poco a poco Rocamora demostró que no estaba muerto ni mucho menos. Pais, Tabárez y Martín clavaron un sprint de 6-0 que le dio al tanteador un marco más real del partido que se estaba llevando a cabo. Rocamora se puso a tan solo tres unidades (54-51) en un abrir y cerrar de ojos, y volvió a instalar la presión dentro del cotejo.
Pero Echagüe tenía un as en la manga. Cajal estaba teniendo un encuentro de gran magnitud, creando oportunidades, asistiendo, utilizando muy bien su visión de campo y anotando. El base terminó por ser clave para que los paranaenses se vuelvan a disparar, ahora por 64-54, y forzó a Amden a pedir un nuevo tiempo muerto para reorganizar a Rocamora.
Si bien el equipo huésped logró descontar ciertas unidades en el final del episodio (se puso 67-62 abajo), la realidad parecía indicar que Echagüe se tomaba un descanso por momentos y cuando su rival apretaba el score el local aceleraba y se volvía a disparar. Esa sensación recaía en los fructíferos desempeños de Cajal, Cantón y el aporte de Dodson.
Por ello, a pesar de que el último capítulo arrancó con cierta paridad y Rocamora llegó a ponerse 73-70 abajo gracias a las labores de Mendoza y Jeremías Acosta, Echagüe se despegó, esta vez gracias a lo hecho por el extranjero, impulsándose por un 83-76 restando poco más de cuatro minutos.
Pero la diferencia no era tan reconfortante, Rocamora mandó a la cancha a Ruffus, sabiendo que estaba quemando sus últimas chances en el reloj. Aún así, Echagüe siguió apostando a su rendidor juego, aquel que había mutado en el segundo parcial para conseguir la reacción y poco a poco empezó terminar de volcar la balanza a su favor.
Pablo Fernández terminó de darle forma definitiva al encuentro. Con un doble importante y un bombazo de tres puntos, el capitán de Echagüe le puso cifras de 93-82 al cotejo, restando poco menos de dos minutos y prácticamente cerrando el cotejo.
Así, con la balanza totalmente volcada hacia el anfitrión, Cajal terminó por redondear la victoria de Echagüe, que sufrió cierto embate de Rocamora en los segundos finales pero que terminó por adjudicarse un triunfo por 96-87.
El primer cuarto tuvo una gran paridad en su trámite, pero el correr de los minutos empezó a mostrar un equipo mucho mejor balanceado que el otro, o al menos, haciendo un mejor negocio que su rival.
Rocamora comenzó adelantándose en el score aprovechando el contragolpe, corriendo ante un defensa local que no pudo ejercer bien su balance defensivo y anotando puntos fáciles mediante aquellas posesiones cortas.
Echagüe empezó a equilibrar la balanza a través de los lanzamientos externos, con buen protagonismo de Elías Saad desde dicha línea. Sin embargo, en contraposición, los uruguayenses también tuvieron sus buenos promedios en tiros de triples, conformando un partido de alto goleo y eficacia durante los primeros diez minutos.
Pero Rocamora empezó a tener mucha más ventaja. Con un parcial inicial de gran magnitud por Felipe Pais, el combinado de Martín Amden empezó a sacar una buena luz de ventaja y dominio, controlando el juego con las corridas, el buen box out y aprovechando que en defensa podía anular a los dos pilares de los paranaenses: Cantón y Dodson.
La realidad indicó que, como Rocamora logró forzar a la dupla foránea a lanzar desde afuera gracias a una defensa férrea, Echagüe sumó buenos tantos pero terminó cediendo más unidades y se fue al primer descanso con desventaja de 20-25.
El segundo periodo volvió a tener la misma intensidad que su predecesor. El partido se mostró muy equilibrado desde los números del marcador pero poco a poco terminó sacando leves ventajas el cuadro visitante. Fue así como los de Amden sacaron una diferencia de ocho unidades (22-30) en las primeras posesiones.
Sebastián Uranga decidió buscar un nuevo giro dentro del partido y envió a la cancha al joven Haag, rendidor con su ingreso y dándole un poco de libertad al desempeño de Cajal, que empezó a ser clave para dar vuelta la historia con su visión y puntería.
Así, con la labor del base y el aporte de Cantón, Echagüe terminó por revertir una situación complicada para el local. Los anfitriones encestaron un parcial de 11-2 para pasar al frente por la mínima diferencia (33-32) y empezar a controlar el termómetro del encuentro, dominando aquel tándem y pulso de juego.
El cierre continuó siendo de trámite muy parejo, pero Echagüe terminó por irse al descanso con ventaja gracias a una bandeja de Cajal, que encestó las cuatro unidades finales del cuadro paranaense para ingresar a los vestuarios con un 44-43 a su favor.
El tercercuarto continúo teniendo el dominio de los paranaenses. Con Dodson siendo uno de los grandes protagonistas del arranque de Echagüe, los locales no tardaron en dispararse 54-45, pasaron a controlar el juego desde el tanteador y obligaron a su rival a correr desde atrás.
La sequía de Rocamora empezó a ser un problema extra. Si bien el equipo uruguayense mantuvo una buena forma en cuanto de volumen del juego, la realidad es que los de Uranga parecían un poco más sólidos en sus quehaceres, ya que se desenvolvían con mejor teniendo la tranquilidad del liderazgo en el score.
No obstante, poco a poco Rocamora demostró que no estaba muerto ni mucho menos. Pais, Tabárez y Martín clavaron un sprint de 6-0 que le dio al tanteador un marco más real del partido que se estaba llevando a cabo. Rocamora se puso a tan solo tres unidades (54-51) en un abrir y cerrar de ojos, y volvió a instalar la presión dentro del cotejo.
Pero Echagüe tenía un as en la manga. Cajal estaba teniendo un encuentro de gran magnitud, creando oportunidades, asistiendo, utilizando muy bien su visión de campo y anotando. El base terminó por ser clave para que los paranaenses se vuelvan a disparar, ahora por 64-54, y forzó a Amden a pedir un nuevo tiempo muerto para reorganizar a Rocamora.
Si bien el equipo huésped logró descontar ciertas unidades en el final del episodio (se puso 67-62 abajo), la realidad parecía indicar que Echagüe se tomaba un descanso por momentos y cuando su rival apretaba el score el local aceleraba y se volvía a disparar. Esa sensación recaía en los fructíferos desempeños de Cajal, Cantón y el aporte de Dodson.
Por ello, a pesar de que el último capítulo arrancó con cierta paridad y Rocamora llegó a ponerse 73-70 abajo gracias a las labores de Mendoza y Jeremías Acosta, Echagüe se despegó, esta vez gracias a lo hecho por el extranjero, impulsándose por un 83-76 restando poco más de cuatro minutos.
Pero la diferencia no era tan reconfortante, Rocamora mandó a la cancha a Ruffus, sabiendo que estaba quemando sus últimas chances en el reloj. Aún así, Echagüe siguió apostando a su rendidor juego, aquel que había mutado en el segundo parcial para conseguir la reacción y poco a poco empezó terminar de volcar la balanza a su favor.
Pablo Fernández terminó de darle forma definitiva al encuentro. Con un doble importante y un bombazo de tres puntos, el capitán de Echagüe le puso cifras de 93-82 al cotejo, restando poco menos de dos minutos y prácticamente cerrando el cotejo.
Así, con la balanza totalmente volcada hacia el anfitrión, Cajal terminó por redondear la victoria de Echagüe, que sufrió cierto embate de Rocamora en los segundos finales pero que terminó por adjudicarse un triunfo por 96-87.
Lucas Leiva
basquetplus.com
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