Echagüe perdió con unión de Santa FeEl elenco paranaense no pudo repetir la actuación que tuvo con Sionista y perdió por 90 a 85. De esta manera, el Tatengue se quedó con la “Copa Bicentenario” en el duelo entre equipos que participan en el Torneo Nacional de Ascenso.
Pablo RochiTres primeros cuartos flojos y uno muy bueno. Así se puede resumir la labor de Echagüe anoche en la final de la “Copa Bicentenario”, la que finalmente quedó para Unión de Santa Fe tras ganar en la definición por 90 a 85.
El conjunto paranaense no pudo repetir la actuación que había tenido ante Sionista, le costo desarrollar su mejor versión y se vio superado por su adversario. Así como contra el Centro juventud defendió muy bien, anoche la custodia de su canasta no fue la mejor. Su adversario le anotó 90 puntos, muchísimo para intentar ganar en casa.
Anoche, en el cierre del cuadrangular el Tatengue confirmó que está bien como equipo y logro otra alegría. Echagüe, que llegó a perder por 18 puntos, tuvo una gran reacción en el último parcial y hasta pasó al frente. No obstante, en un cierre apretado fue la visita que supo definir mejor para quedarse con la consagración.
DURO.
Estuvo lindo el arranque, en especial porque los dos fueron agresivos para atacar. La visita entró firme de larga distancia, mientras que el AEC respondió sin titubeo.
En Unión fue muy bueno el aporte de Leandro Vildoza, siendo peligroso para convertir y astuto para asistir. Del otro lado fue de alto vuelo el rendimiento de Dodson. El moreno mostró grandes recursos para anotar y ser el hombre más desequilibrante de los primeros minutos.
Al margen de ello el primer cuarto fue equilibrado. No hubo un dueño absoluto de las acciones, de hecho se prestaron seguido el tanteador. Un poco Unión y otro poco Echagüe.
Unión fue algo más parejo en su andar, consiguió cierta regularidad y por eso terminó el primer cuarto arriba 22 a 16. El local no defendió de la misma manera que con Sionista, las rotaciones no fueron buenas, no hubo comunicación y por eso le costó. Adelante no fue prolijo y dependió mucho de Dodson.
MISMA SINTONÍA.
La confianza que tomó Unión en el primer curto le sirvió para seguir alimentando ilusiones en el segundo. Los dirigidos por Juan Siemienzuck no aflojaron y permanecieron con la misma sintonía: defensa fuerte, mucho físico y ofensivas con mucha movilidad y secuencia de pases. Así la visita se entendió mejor y jugó con mayor oficio que el dueño de casa.
A los de Sebastián Uranga les incomodó la custodia implementada por el Tatengue. Nuca pudo trabajar cómodo y no supo encontrarle la vuelta a lo planteado por su adversario.
Unión tomó una luz de 32 a 24 para ratificar su buen paso. En busca de mejorar, Uranga probó con distintas variantes. Por momento corrigió algunos problemas, en otro no. Al margen de ello, se acercó y se mantuvo cerca de su oponente. Lo hizo pero con una dependencia importante de Dodson. Al resto le costó engancharse porque el trabajo en equipo no fue tal. No se respetaron los sistemas, se lanzó con cierto apresuramiento y los números no fueron los mejores.
Sobre el final del chico, Unión volvió a cerrar mejor, fue más prolijo y así se fue al descanso largó al frente 44 a 36.
NO CORRIGÓ.
La idea de mejorar y esperar una reacción en Echagüe no se dio, sino todo lo contrario. El local mostró su peor versión, tuvo problemas de toda índole, atrás y adelante, y Unión tomó una buena ventaja en el tanteador.
El propósito fue corregir en defensa, pero no lo logró. Unión fue paciente, manejó los tiempos y fue inteligente para profundizar con Reinick. El Colo fue importante para desnivelar seguido y así la visita tuvo la llave para abrir mejor el segundo tiempo.
Los santafesinos cada vez pisaron más firme, mostraron una identidad de juego y fueron más que un apagado Echagüe. A Reinick se le sumó Román Rodríguez y Erik Traniel y así Unión tuvo variantes. Primero se fue 59 a 45, después alargó 63 a 48 y posteriormente quedó 70 a 52.
A Echagüe le anotaron mucho en este parcial. Estuvo muy flojo atrás. El parcial lo ganó Unión 30 a 24. Se esperaba por una mejoría pero la misma nunca llegó.
LA REACCIÓN.
El dueño de casa entró a la recta final abajo por 74 a 60. Lo bueno es que en los primeros dos minutos defendió como no lo hizo en los tres cuartos anteriores. Le puso agresividad y muchas ganas, recuperó pelotas y corrió. El AEC metió un parcial de 7 a 0 y se entusiasmó. El local achicó más con voluntad que básquet, igual a esta altura de la preparación sirve también.
En Echagüe se involucró más en el trámite Cajal, Saad y Cantón, entonces fue otro equipo. Le metió más vértigo al pleito, entusiasmó a la gente y la final tomó otro color.
El estar más fuerte y decidido para que no le conviertan fue lo más importante para la reacción. En cinco minutos Unión solo hizo un triple, lo que confirmó la mejoría del conjunto paranaense.
Aceitar mecanismos en defensiva le permitió ir con más ánimo al ataque. En un abrir y cerrar de ojos Echagüe quedó ahí, a un doble después de estar 18 puntos abajo (77-75).
A partir de ahí el encuentro se hizo más que interesante. A la vista un final caliente. Unión perdió claridad y se cayó en todo sentido.
Otras buenas defensas, un par de buenos contragolpes y Echagüe que por primera vez pasó al frente por 81 a 80 a algo más de 4 minutos. En el contagio mucho tuvo que ver Antoniuk. El aleo hizo un trabajo sucio muy importante, se fajó con Reinick y fue pieza clave en el repunte.
A 1’17’’ Vildoza le devolvió la ventaja a Unión (86 a 85). Echagüe no anotó y después Reinick metió dos libres (88-85). Con la idea de empatar o achicar Uranga armó una jugada que no terminó en nada. Unión cerró mejor y se quedó con la alegría.
TERCER PUESTO.
Cayó 80-68 con Estudiantes y terminó último. Sionista sintió las ausencias
Santiago Reutemann
Sin Mariano Byró, tampoco con Joshua Pittman, ambos contracturados; con Gabriel Mikulas sufriendo una lumbalgia; y ahora con la incertidumbre que generó la salida de Enzo Ruiz, lo mejor que tuvo el equipo en el Luis Butta, quien no pudo seguir jugando por un tirón en el isquiotibial de su pierna derecha. Se puede decir que el Cuadrangular Bicentenario Ciudad de Paraná dejó un sabor amargo para Sionista, que con lo que le quedó no pudo hacer demasiado y tuvo como saldo más dudas que certezas de cara a su debut del 11 de octubre en otra temporada de la Liga Nacional (vs. Libertad).
El conjunto de Sebastián Svetliza terminó en el último lugar, tras caer anoche con Estudiantes de Concordia por 80 a 68. Pero al margen del resultado, anecdótico teniendo en cuenta que son juegos de preparación, la imagen fue negativa.
Anoche, el encuentro empezó con imprecisiones por ambos lados, con pérdidas y bajos porcentajes.
Muchas ventajas en defensa dieron los paranaenses (11-14), y por eso Svetliza ordenó una presión en toda la cancha, al iniciar el segundo segmento, buscando soluciones.
Con un par de apariciones de Juan Cantero, primero con un triple y después con una buena asistencia a Alejandro Zilli, el Centro quedó a sólo 1 (25-26). Sin embargo, la dupla de internos del CEC (Pablo Moya y Lee Robert) estuvo fina para seguir complicando la marca del elenco de la capital provincial (30-25).
La historia se repitió una vez más. Cuando los concordienses amagaron con escaparse (34-26), en este caso fue Zilli el que dijo presente para mantener a los suyos más cerca. Pero antes del entretiempo, los de Hernán Laginestra cerraron mejor los 20 minutos, para así ubicarse 46-35.
Sionista evidenció un cambio en el reinicio y pasándose mejor la bola sacó rédito en ofensiva, generando un parcial de 7-0 que lo metió rápido en juego. En defensa, la presión también fue clave para este pasaje positivo (42-46).
Cuando transitaba por su mejor momento, un par de apariciones de Santiago Arese y la salida por lesión de Enzo Ruiz, de lo mejor de Sioni en el Cuadrangular, parecían atentar contra la producción paranaense. Sin embargo, al Centro Juventud al menos le alcanzó para continuar cerca.
Otro triple de Arese significó el peor comienzo del último período para los de Svetliza. Estudiantes, a 8.14 para el final, quedó 67-56 arriba. Sionista intentó, con más actitud que otra cosa, continuar con chances y a falta de 5 minutos volvió a ilusionarse (62-67). Sin embargo, con total justicia los de la costa del Uruguay, sin tanto brillo pero con mejores armas, sellaron el resultado.
El domingo, a las 20.30, el CJS jugará con Unión Progresista de Villa Ángela, Chaco, su último amistoso. Y la pregunta que surge es: ¿Será necesario?
RECONOCIMIENTO. Entre Ríos campeón en el Luna. Aquel equipo, aquella proeza
Una gran idea tuvo la dirigencia de Echagüe. Anoche, previo a la final en el Luis Butta, se recordó y homenajeó a la selección de Entre Ríos que en 1968 obtuvo una de las consagraciones más memorables de la rica historia del básquet de esta provincia que fue salir campeón del cuadrangular internacional “Copa Banco Comercial de Buenos Aires”, torneo desarrollado en el mítico Luna Park.
De aquel certamen participaron la selección de Santa Fe, Capital Federal y el Maccabi Tel Aviv, múltiple campeón de Israel que había llegado a nuestro país tras finalizar en el tercer puesto del Campeonato de Clubes Campeones de Europa, clasificando detrás del Real Madrid de España (campeón) y el Spartak Brno de Checoslovaquia (segundo).
A 45 años de aquel logro, parte del seleccionado entrerriano recibió un merecido homenaje. Aquel plantel estuvo integrado por Mario Cipriani, Mario González, Luis Zoff, Víctor Gastaldo, Jorge Mencía, Jorge Zuttión, Luis Castro, José María Cottonaro, Daniel Oliva, Guillermo La Palma, Hugo Buchammer, Roberto Rochi. DT: Roberto Zalazar.
EN EL RECUERDO.
La selección de Entre Ríos fue invitada a último momento a este cuadrangular. Fue luego de la renuncia casi sobre la marcha el seleccionado de Bahía Blanca, aquel equipo donde brillara Alberto Beto Cabrera.
El martes 4 de septiembre de 1.968 arrancó el torneo. El Luna Park mostró un gran marco. Ese día y por la primera jornada, Entre Ríos superó a Maccabi Tel Aviv por un cerrado 63 a 60. Cipriani con 19 puntos, Zoff 17, Mencía 14 y González 11 fueron los goleadores del conjunto entrerriano. Así, pasó a la final con Capital Federal, que venció a Santa Fe.
Al otro día, Entre Ríos tocó el cielo con las manos al vencer a su similar de Capital Federal por 70 a 66, consagrándose campeón en el mismísimo Luna Park.
La síntesis recuerda esos 70 puntos: Mencía 7 puntos, Cirpiani 14, González 23, Zoff 10, Gastaldo 4, Castro 6 y Oliva 6.
“La atracción era Maccabi Tel Aviv, pero el espectáculo fue Entre Ríos”, publicó la revista El Gráfico, haciendo un despliegue periodístico memorable de aquella soberbia actuación del equipo de nuestra provincia. Asimismo, otros medios gráficos resaltaron la labor de Entre Ríos.
La bienvenida al plantel fue masiva. Apenas el equipo cruzó el río Paraná en balsa una multitud lo estaba aguardando en la costanera para brindarle el merecido reconocimiento, de una consagración brillante para aquel entonces y calificada como una de las de mayor relieve deportivo.
El Diario
Fotos: Bernardo Albisu
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