Fue derrota del AEC por 72 a 71 ante el Tatengue, por la sexta fecha de la segunda fase del certamen de ascenso. El Negro cortó una racha de tres victorias consecutivas ante un adversario que volvió al triunfo. Semana larga tendrá el equipo de Uranga, que volverá a jugar el lunes 27 en el televisado.
Y estas cosas son las que tiene el básquet. Aquel que llega entonado, con confianza tras su mejor racha parcial (3/3), no siempre es imbatible ante aquel otro que busca levantarse (Unión venía de tres derrotas consecutivas). Por el contrario, es el estimulo que necesita para volver a la senda victoriosa.
Y hasta Santa Fe llegó esa racha ilusionista de Echagüe, quien se topó contra un adversario que supo capitalizar sus fuertes. Es que los dos supieron contrarrestar las armas de su rival (dos de los mejores goleos del torneo), aunque fue el Tatengue quien se mostró más sólido en ataque y gracias a los 29 puntos de Román Rodríguez, se quedó con la victoria final por 72 a 71.
A TIRAR SE HA DICHO. A pura bomba. Así comenzó el encuentro el Atlético Echagüe Club. Tras la primera ofensiva desaprovechada por Román Rodríguez, la visita respondió con un tiro externo de la mano de Víctor Cajal, quien puso la primera diferencia (3-0). Tras una conversión del Tate (Johnson), volvió a responder el Negro pero esta vez de la mano de Elías Saad, nuevamente desde los 6.75 para aventajar al elenco paranaense.
Pero sin quedarse ahí, nuevamente el perimetral probó con su mano caliente a distancia para sacar diferencias en el comienzo (9-4). Tras conseguir una ventaja tranquilizadora, el equipo de Sebastián Uranga se dedicó a cuidar su defensa. Allí fue cuando sacó a relucir su chapa Cantón para contener a Alejandro Reinik, sumado al aporte de Darnell Dodson, vital en cada rebote (4).
Desde allí comenzó a gestar sus ofensivas, con recuperos y rebotes defensivos y cortas posesiones. Ahí fue cuando sacó provecho de la velocidad de Fabián Elías Saad, para marcar y sacar un parcial de 8 para escaparse (21-11).
A falta de 2´ el Negro reguló las acciones, en una noche de mucho calor y el DT dispuso de la rotación del equipo. Fueron los primeros minutos de Haag, Manera, Centeno. La merma se vio y el Tate descontó para cerrar el primer chico 26-18 abajo.
AFLOJANDO EL RITMO. El arranque del segundo chico fue el inesperado por parte de Echagüe. Como es habitual en cada partido, el equipo cayó en un pozo del cual le costó y mucho salir. Rápidamente dos pérdidas ofensivas de la mano de Haag le permitieron ilusionarse al local, cuestión que terminó de consolidar con un parcial de 8-0 para ponerse a tiro (30-27).
Ese fue el detonante para que desde el banco visitante llegue el pedido de minuto y del propio DT, se hizo notar el fastidio. Los cambios vinieron aunque la recuperación no.
De manera inentendible el AEC se mostró apurado e impreciso, apostando a posesiones rápidas y desprolijas, olvidando aquella buena rotación y circulación del inicio. Allí sacó provecho el extranjero local (Johnson), de lo mejor en Unión.
Sobre el final Johnson tuvo en sus manos la posibilidad de igualar las acciones, aunque la marca de Antonuyk le impidió empatar y así el Negro respiro un aire alentador (39-36).
EL PEOR MOMENTO. Una leve ilusión y mejoría se vio en el inicio del segundo tiempo. Con 3 de 4 tiros de cancha, Echagüe sacó una luz de ventaja (44-37) para tranquilidad de Uranga. Claro que fue paciencia que duró escasos minutos, ya que el equipo cayó nuevamente (0/3 en tiros) y el rival jugó. De la mano del Memo Rodríguez (9 de 11 de su equipo) Unión pasó por primera vez al frente (45-44) para el estallido del Malvicino.
Y en el momento que tuvo que acelerar Unión lo hizo. Defendió como nunca, obligó al rival a optar por tiros externos fallidos (0/3 en triples) y tuvo en Rodríguez y Reinik la dupla ideal para sacar la máxima (56-48). Solo restó la chicharra final para que el AEC achique un poco y piense definitivamente en el cierre (59-52).
LEVANTÓ PERO CAYÓ EN EL CIERRE. En el arranque del último parcial Echagüe tuvo más ganas que ideas. Claro que Unión defendió como nunca y eso le imposibilitó al AEC acercarse en el marcador. Tan solo un doble de Cantón, dos posteriores conversiones desde la línea y un libre de Haag le ayudaron en el intento por acercarse, pero aquello que construyó el rival lo desmoronó. Con 4 de 6 tiros de campo, el Tate volvió a escaparse soñando con el triunfo (66-57).
Una luz en el camino volvió a encenderse para Echagüe. En dos posesiones aparecieron las manos calientes (Fernández y Elías Saad) para achicar y soñar a falta de 4´42´´ (66-63). Pero en el tramo final al conjunto paranaense le costó defenderse y Unión pudo aprovechar para mantenerse arriba a falta de más de 3´ (70-65).
Pero si una emoción debía llegar sobre el final, esa la puso Cantón. Una bomba del rosarino le permitió acercarse a poco más de 1´ (70-68).
Cuando el local cantaba victoria, llegó la bomba de Dodson a falta de 4 segundos para poner paños fríos (72-71) y estirar la agonía. Claro que la última posesión fue del local y al Negro se le acabaron las fichas.
En un duelo de defensas, fue el local quien sacó mayor provecho por su efectividad en ofensiva y la ineficacia de su rival, a quien obligó a tiros externos y forzados que poco rédito le trajeron. Pese a los altibajos lo tuvo Echagüe en el final pero, nuevamente, Santa Fe le vuelve a ser esquiva.
Nicolas Furlan, para El Diario.
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