Solo con ganas no alcanza

#Echagüe perdió anoche en Santa Fe por la Conferencia Centro Norte
Esta vez Unión fue quien lo venció. Lo hizo por 62 a 56, en otra presentación con poco gol, el gran problema del AEC. Ahora lleva tres caídas en fila.

Defiende, de eso no hay dudas. Por ahí tiene desconcentraciones pero en la marca, cuando se lo propone, está su fuerte. Sin embargo, en las ofensivas se ve su gran problema y con momentos de uno u otro jugador no le alcanza.
Anoche, Echagüe sumó su tercera caída consecutiva en la Conferencia Centro Norte del Torneo Nacional de Ascenso. Fue en Santa Fe, por un bajo 62-56 ante Unión, en otra presentación de malos porcentajes (30% en cancha, 19/62), de yerros desde la línea (13/20), de no saber capitalizar las segundas opciones (15), de errores que parecen no tener solución y cada vez preocupan más.
El viernes, en Paraná, Tiro Federal de Morteros será otra prueba de fuego para ver donde está parado el equipo.

EL COMIENZO.
Las imprecisiones se adueñaron de los primeros instantes del partido, hasta que Fernando Podestá comenzó de a poco a ganarle el duelo a DeAngelo Kirkland y Echagüe, con dobles largos ante la imposibilidad de meter la bola al poste bajo, también supo como vulnerar el canasto de Unión. En este sentido, el AEC se apoyó en el goleo de Lisandro Ruiz Moreno, para así ubicarse 8-5 arriba. Sin embargo, el Negro ingresó en una laguna ofensiva que lo dejó clavado en 8, y partir de allí fue el Tate el que tomó la posta del juego y con un triple de Leandro Vildoza concretó un parcial de 7-0 que lo alejó 12 a 8.
Ignacio Barsanti apostó al ingreso de Sebastián Cabello y con él Echagüe rompió la sequía. El ala pivote entró bien y en poco tiempo cosechó 5 tantos importantes para continuar bien cerca (14-13).
La suerte estuvo del lado de los locales en la última bola del primer cuarto, ya que con un tiro de ocho metros de Juan Kelly, con tablero incluido, los santafesinos ampliaron a 6 (19-13).

PELEADO CON EL ARO.
Unión supo cuidar la diferencia tras el reinicio. Echagüe se ilusionó cuando con un bombazo de Julián Morales quedó a solo 3 (21-18), pero si bien para su rival también estuvo complicado anotar, los yerros fueron en aumento y al Tatengue yendo a la línea le bastó para seguir dominando (31-20).
La tendencia no varió antes de ir a los vestuarios y los dueños de casa justificaron su diferencia (34-26).
En números, los santafesinos terminaron con un 42% en cancha con un importante 5/10 en triples incluido, clave en la primera mitad de la noche, repartiendo bien su goleo con Kelly (8), Juan Bergel (8) y Podestá (7); contra un 10/35 de campo de los entrerrianos, que “abollaron” el aro de tres (1/10) y tuvieron a Agustín Carnovale como principal carta de gol (7 puntos con 2/7 de campo) y a Santiago González fajándose abajo (9 rebotes). En definitiva, mucho por corregir para el futuro del partido.

SOLO SE ILUSIONÓ.
A puro triple volvieron ambos al juego y Echagüe recuperó la esperanza cuando con uno de Ruiz Moreno su equipo quedó a 6 (37-31). De la mano de Licha, además de una óptima concentración defensiva, el AEC empezó a crecer (40-37 a 4.23 minutos, con dos libres de González).
Los locales despertaron con Kelly y Podestá y cuando empezaban a irse (45-37), Ruiz Moreno, el hombre del tercer cuarto -hizo 12 de los 16 tantos- dejó un mejor panorama para los de Barsanti de cara a los 10 minutos finales (47-42), lapso que comenzó con otro nuevo traspié para la visita que con un parcial de 0-4 debió remarla otra vez (51-42).
Pero Unión tampoco supo dar el golpe de nocaut y Echagüe, ante este contexto, no dejó pasar la chance de mantenerse vivo, buscando también una regularidad que le dé la oportunidad de arribar al cierre cerca, metiéndole presión a su adversario en su propia casa (52-48 a 4.52 minutos).
Los triples de Kirkland hicieron estallar a su banco, primero para quedar a 1 (52-51) y luego a dos (56-54). Lo mismo provocó Bergel en su gente cuando a 1.50 del epílogo respondió de idéntica manera (59-54).
A pesar de que el tiempo fue otro factor en contra, Echagüe contó con opciones, pero equivocó los caminos y desde la línea Unión sentenció la historia.

Santiago Reutemann, para El Diario.-