El AEC jugó un gran partido pero a cinco décimas del final un 1/2 de Jason Blair lo dejó con las manos vacías. El próximo viernes, los paranaenses despedirán el 2012 recibiendo a Unión de Sunchales.
Parecía que conseguía ganar otra vez de visitante, recuperando la última derrota en el Luis Butta. Pero no, al AEC le faltó muy poco pero le faltó. Hizo bien las cosas en los primeros tres cuartos, sufrió la falta de gol en el último y no supo beneficiarse ante un rival que parecía superado aunque no dejó pasar la oportunidad que se le presentó y con un dos y uno de su extranjero, Jason Blair, puso el definitivo Oberá TC 75-Echagüe 74, para desatar el delirio de sus hinchas. Fue por la séptima fecha de la zona Norte.La próxima semana, en Paraná, los entrerrianos tendrán la oportunidad de salir del pozo y terminar el 2012 con una pequeña sonrisa ante Unión de Sunchales que llega en zona de descenso y sin victorias.
PARIDAD DE ENTRADA.
El seguimiento constante de Emiliano Agostino y la atención sobre Damián Palacios eran los principales objetivos de Echagüe en defensa y si bien pudo controlar al escolta gracias a una buena marca de Leonardo La Bella, seguir de cerca a Palacios no fue fácil de entrada ya que el base, con un inicio efectivo, aportó mucho para su equipo que dominó la primera mitad del cuarto inicial. A él se sumó José Fabio, evidenciando algunos claros en la pintura visitante que poco a poco no sólo ajustó su defensa sino también sus ataques con un goleo que se repartió entre la actuación interna de Aaron Williams y la mano de tres de Sergio Ravina y Jonathan Maldonado. Así, el AEC pasó al frente por 16 a 13.
La labor de Andrés Landoni fue en aumento, bien asistido por Leonardo La Bella (cinco hasta aquí). El partido mostró total paridad en los primeros 10 minutos que el dueño de casa se llevó por un doble (23-21).
DE MENOR A MAYOR.
El inicio del segundo tramo no fue el deseado. Echagüe empezó dormido atrás y sin fortuna arriba, lo que generó que OTC saque 10 de distancia en tres minutos (33-23).
Ricardo De Cecco mando a Agostino al banco, Luciano Tantos siguió en cancha y por primera vez Pablo Rizzo junto a Maximiliano Martín, de vuelta tras una lesión, más el debut en esta temporada de Federico Radavero (reemplazó a Lucas Arn, cortado en la semana) no fue la mejor opción para cuidar la cosecha. Es que a Echagüe se le abrió el aro y con un par de conversiones desde el perímetro y algunas corridas volvió a empardar el partido en 37.
Al DT local no le quedó otra que volver a contar con Agostino y Palacios para, con ellos, tratar de romper el buen desempeño defensivo que los paranaenses tuvieron con La Bella, Oviedo, Ravina, Uranga y Hernández en cancha. Justamente, con un libre del porteño la visita recuperó la superioridad en el tanteador (40-39).
Echagüe continuó por el buen camino y tuvo su premio yéndose al entretiempo al frente.
BIEN DE LA CABEZA.
Con el juego colectivo Echagüe continuó exponiendo lo mejor de su repertorio. La Bella estuvo en un alto nivel no sólo con la responsabilidad de tener que seguir donde sea a Agostino, sino también con uno de sus fuertes: las asistencias.
Pero la historia empezó a complicarse cada vez que Agostino tuvo un segundo liberado. OTC rotó bien la pelota, lo encontró bien ubicado un par de veces y dos triples seguidos pusieron a los locales 56-52 en ganancia, con 4.50 minutos por disputar en el tercer cuarto.
MANTIENE LO HECHO.
Los entrerrianos no se desesperaron, por el contrario, no se olvidaron de lo bueno hecho hasta aquí y con un dos y uno de Maldonado más dos conversiones desde los 6.75 metros de Ravina se alejaron a cinco tantos (61-56).
Lo malo del AEC fueron los inconvenientes en el bloqueo que le dieron reiteradas segundas opciones a su rival. Lo bueno para el elenco de Uranga es que estás nuevas chances llevaron a la línea de libres a OTC y con un 0/4 dejó pasar la oportunidad de igualar de nuevo el match.
El cierre, como no podía ser de otra forma, penetración de La Bella, asistencia para Hernández (de gran encuentro también) y dos puntos más, para llegar bien de la cabeza a los 10 minutos finales (65-61).
LA DEJÓ PASAR.
El tablero se clavó 67-63 para Echagüe, que transitó por un pasaje de equivocaciones, perdiendo pelotas y oportunidades de estirar la brecha. Pero el que también dejó pasar el tren fue Oberá TC, sin muchas ideas y errático.
Faltaban 2.44 minutos cuando quien sino otro que Agostino se puso el equipo al hombro y con un par de dobles dejó la novela: OTC 70-AEC 69.
Uranga mandó otra vez a Williams al parqué tratando de romper la mala racha para convertir. Pero fue Maldonado quien trajo algo de calma con un triple desde 45º grados.
Hernández no mermó su trabajo en los rebotes.
Con 32.8 segundos en el reloj, un bombazo con marca de Agostino dejó todo igualado en 74.
Maldonado fallo de dos y en la contra Jason Blair recibió una falta que lo mandó a la línea con cinco décimas por disputar. El extranjero erró el primero, metió el segundo y no hubo tiempo para nada más
APOSTILLAS
POCA GENTE.
La irregular campaña de Oberá TC en la temporada hizo que el estadio, con capacidad para 2.500 espectadores, mostrara muchos espacios vacíos. En el club se esperaba un mejor acompañamiento teniendo en cuenta que los misioneros jugaron su último partido de 2012 como locales.
BIEN RECIBIDOS.
Andrés Landoni, Jonathan Maldonado y Leonardo La Bella, hoy en Echagüe, jugaron en anteriores temporadas en Oberá TC y durante su estadía en la localidad misionera no pararon de recibir el saludo de simpatizantes y amigos.
MÁS SALUDOS.
Ricardo De Cecco fue entrenador de Echagüe por última vez en la temporada pasada y actualmente está al frente de OTC, es por eso que una vez que el plantel paranaense arribó al estadio no faltaron los saludos y algunas breves charlas con David Oviedo y Roberto Pulido (preparador físico), quienes también estuvieron en 2011/12.
DISCO RAYADO.
Parece que el encargado del sonido en el estadio se olvidó los CDS y sólo contaba con el del grupo “Nene Malo”. Es que durante toda la noche lo único que pudo escucharse fue la música del conjunto que está de moda y se baila en todas las fiestas.
Santiago Reutemann
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