Echagüe cayó anoche ante San Isidro por 101 a 97 por la sexta fecha de la zona Norte. Los Halcones fueron superiores desde el principio y con su sorpresiva propuesta festejaron a domicilio. Es la segunda caída consecutiva de los paranaenses en casa.
Echagüe no logró pasar la difícil prueba que tenía anoche por delante ante Atlético San Isidro, que lo hizo entrar en su juego vertiginoso y se llevó de Paraná los dos puntos.El AEC volvió a fallar en casa y otra vez estará obligado a ganar afuera si no quiere que el panorama en la zona Norte del TNA se le complique.
Fue caída por 101 a 97, por la sexta fecha. La asfixiante presión, los 13 triples de su rival y la notable tarea de Facundo Piñero (3/3 en dobles, 7/9 en triples, 6/8 en libres, 3 asistencias y 3 rebotes, 2 recuperos, en 30.13 minutos), fueron mucho para los paranaenses.
CONTROL VISITANTE.
La rapidez de su juego y la presión a la hora de defender San Isidro la impuso de entrada. Echagüe dejó espacios en su marca, tuvo inconvenientes para contrarrestar a Eduardo Vassirani y también, para controlar el picante perímetro visitante que en 5.05 minutos ya llevaba un 4/5, vía por la cual logró escaparse en el tanteador (18-11) porque, hasta aquí, el AEC si bien estuvo abajo lo hizo de cerca, corriendo con Jonathan Maldonado, con el efectivo doble largo de Aaron Williams o las apariciones de Sergio Ravina.
Sebastián Uranga perdió temprano la paciencia al ver la pasividad para marcar de su equipo. Daniel Beltramo, en tanto, rotó y rotó su banco ante el gran desgaste físico que propone su elenco (utilizó 10 jugadores en el cuarto).
Los 31 puntos en contra, los cuatro rebotes en ataque que le tomaron y las 6 pérdidas, dejaron en claro el flojo trabajo de los paranaenses que ingresaron inconscientemente en la propuesta de su rival.
LA CLAVE EN LA ZONA.
San Isidro sacó 12 de distancia (36-24) con un Piñero que castigó cada vez que pudo. Echagüe nunca le encontró la vuelta a los de Córdoba que, fiel a su estilo, continuaron con la insoportable presión por toda la cancha.
Uranga junior y Kevin Hernández le dieron algo más de agresividad a la pintura local, aunque no sirvió de mucho. Nuevamente con Williams en cancha y una zona 2-3 bien plantada, el AEC transitó por un óptimo pasaje que derivó en un parcial de 8-0, para achicar los 13 en contra (43-30), a sólo cinco (38-43).
Beltramo solicitó un minuto, pero tras el reinicio la fórmula siguió dándole resultados a los entrerrianos (43-43, completando una ráfaga de 13 a 0), que llegaron con otro panorama al descanso largo.
SAN ISIDRO MANDA.
El juego vertiginoso de la visita fue un dolor de cabeza. Echagüe se mantuvo en zona y con ella, no le perdió pisada a su adversario que con Piñero y Marcos Jovanovich cuidó su supremacía.
El AEC contó con opciones como para estar mejor, ya que La Bella reiteradas veces concretó buenos pases. Pero así como un par de bolas boquearon el aro desde el perímetro, el poste bajo visitante, por momentos, también estuvo cerrado generando lanzamientos incómodos.
El cierre del cuarto tuvo tensión en la línea de libres, donde San Isidro dejó pasar la chance de ir por más, mientras que a Echagüe le sirvió para llegar un poco mejor a los 10 minutos finales.
NO ALCANZÓ.
El hecho de desperdiciar un ataque se pagó cada vez más caro. Es que no sólo la presión se tornó intolerable para el Negro, sino también la mano de tres de San Isidro (hasta aquí 11/24) y la soberbia actuación de Piñero, que con su protagonismo puso: Echagüe 68-San Isidro 80, con 7.38 por delante.
Al dueño de casa no le quedó otra que copiar a su rival y tratar de recuperar rápido la pelota mediante la presión, ya que el tiempo también empezó a ser un problema.
Sin fortuna en el uno contra uno, una pequeña lucecita de esperanza se encendió con un tres y uno de Ravina, a 4.07 en el cronómetro (76-86) final. No obstante, el entrerriano Felipe Pais se sumó a Piñero y compañía, pareciendo que con anticipación inclinaría definitivamente la balanza para su equipo (92-78).
Sin embargo, Echagüe extendió la lucha hasta el final, quedó 94-99 con 11.1 segundos, luego de enviar seguido a la línea a Los Halcones que por este camino sellaron el triunfo.
Santiago Reutemann
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