El AEC cerró el 2012 festejando 79 a 66. Los paranaenses jugaron su mejor partido y ganaron un duelo clave para escaparle al fondo de la tabla.
Cuánto vale y cuanto necesitaba Echagüe que le pase lo de anoche. El equipo jugó su mejor partido en lo que va de la temporada del Torneo Nacional de Ascenso, ganó, que es lo más importante después dos fechas, recuperó la confianza y demostró que está en condiciones de vivir un mejor presente.Si hasta los pibes Fabricio Cosolito y Emiliano Domínguez, quien hizo su debut profesional, tuvieron la chance de vivir en carne propia el aliento que la gente le regaló al plantel por su rendimiento.
Fue victoria por 79 a 66, por la octava jornada. Ahora habrá tiempo para descansar y el 2 de enero, día en el que retornarán los ensayos después de las fiestas (Aron Williams se sumará el 5), recordar lo hecho ante Unión de Sunchales, que se sigue hundiendo en la tabla.
PALO Y PALO.
Echagüe expresó sacrificio desde el inicio. Si bien Unión fue quien se ubicó al frente en el marcador durante los primeros minutos, las segundas opciones le dieron a los locales la chance de no perderle pisada. En este sentido, tanto Aaron Williams como Andrés Landoni tuvieron un buen rendimiento, aunque lo del extranjero en defensa fue para resaltar con 6 rebotes (4 en ataque) en 5 minutos de partido.
Unión complicó con su marca provocando ofensivas sobre el límite de los 24 segundos a un AEC que sólo le alcanzó para intercambiar seguido el liderazgo en el marcador.
Cada vez que pudo despegarse de Milton Vittar o Pablo Moldu, Sergio Ravina también apareció en el goleo.
Los paranaenses tuvieron un mejor cierre y justificaron la superioridad del primer cuarto.
DE BUENO A REGULAR.
Sebastián Uranga siguió rotando constantemente su banco encontrando respuestas. El ingreso de Uranga Junior no desentonó con lo hecho por Kevin Hernández y David Oviedo, y así el dueño de casa manejó una brecha de 4 tantos durante la primera mitad del segundo período.
Echagüe transito por el buen camino. Defendió de manera óptima y poco a poco se fue alejando. Con 2.29 minutos por disputar, un triple de Ravina puso las cosas 29-22, obligando al tiempo muerto visitante.
Dentro de lo positivo de la primera mitad, lo de Williams fue para resaltar por sus 10 puntos y 8 rebotes. Al margen de su 3/9 en dobles, el foráneo se fajó en la pintura, cuando no pudo lograr anotar sacó faltas y cada vez que estuvo fuera su ausencia se sintió y terminó doliendo ante el mejor final de Unión que con un triple de Bruno Ingratta se fue al entretiempo con otra expectativa (parcial de 5-0).
EL MEJOR MOMENTO.
Un triple de Juan Manuel Gandoy empardó la noche en 30, apenas reanudado el juego. Sin embargo, un rápido parcial de 9-3 fue la mejor respuesta de Echagüe.
Unión navegó por un mar de dudas en ataque, apresurándose y sin eficacia desde afuera. El AEC entendió que, en este momento, custodiar su aro con uñas y dientes, como así también trabajar bien la pelota arriba, sería clave para sacar una diferencia importante de cara al futuro del partido. Y fue así que prosiguió estirando su cosecha (44-30).
Landoni, lo mejor del Negro en el cuarto, concretó un doble más cuando su equipo empezaba a quedarse.
A pesar de la falta de Williams, resguardado en el banco al acumular su cuarta personal, Echagüe tuvo recursos para no sentir su alejamiento y 5 tantos en cadena de Uranga dejaron al equipo 53-40.
EL GOLPE DE NOCAUT.
Tranquilidad solicitó el DT local y con ella sus dirigidos sacaron 15 (55-40).
El oficio de Pablo Moldú no le permitió a los entrerrianos liquidar definitivamente la historia, aunque sólo con eso a los sunchalenses no les alcanzó y Echagüe no paró de pegar y pegar hasta dar el golpe de nocaut (72-51 fue la máxima).
Fabricio Cosolito y Emiliano Domínguez pisaron la cancha, cuando todo ya estaba sentenciado.
Santiago Reutemann
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