Por lo que venía demostrando en la serie de octavos de final la imagen que dejó el equipo derivó en el enojo de algunos hinchas, que lo despidieron con insultos. El AEC perdió 69 a 52, terminó 0-3 el playoff y quedó eliminado.
Que Estudiantes de Concordia tiene un plantel con grandes nombres y su candidatura a conseguir uno de los ascensos a la Liga Nacional la tiene bien ganada no hay dudas.Pero la ilusión que había generado Echagüe tras su paso por Concordia de, al menos, hacer lo más larga posible la serie de octavos de final de la zona Norte del Torneo Nacional de Ascenso, también parecía posible.
Sin embargo, el AEC terminó anoche su campaña en la temporada 2012/13 de la peor forma. Goleado, ampliamente superado e insultado por parte de su hinchada.
El Negro estuvo muy por debajo de su rendimiento, cayó por 69 a 52 y se despidió hasta el próximo año. Ya habrá tiempo para análisis.
DURÓ POCO.
El 2 a 2 de los primeros 2 minutos y medio dejó en claro a lo que ambos apuntaron: Defensa y más defensa.
Una zona por el lado de Echagüe, el hombre a hombre en la visita. Todo esto generó un juego errático con un 3/8 en cancha para los concordienses y un 0/3 para el local. Y aquí estuvo la diferencia antes de llegar a la primera mitad del primer cuarto, el hecho de contar con más oportunidades para vulnerar el cesto del AEC, con un Lee Roberts como principal protagonista ofensivo, pero que tuvo que dejar el parqué al cometer su segunda falta.
La marca no fue la misma y Sebastián Uranga se enojó con Aaron Williams, dato para no dejar pasar por alto ya que, durante unos segundos, el extranjero y el DT discutieron en el tiempo muerto. “Conmigo no, conmigo no, sit down”, dijo enfurecido el coach, mientras David Oviedo intervino para calmar al foráneo que no paraba de retrucar, lo que más tarde solamente quedó como una calentura del partido.
A todo esto, el Negro perdía 11-4 y restaban 4.01 para acabar el período.
Con Kevin Hernández, Echagüe mejoró un poco su marca y cuando se puso a tiro, la eficacia en libres de Eduardo Gamboa volvió a alejar a la visita (15-8).
El buen momento de los concordienses se extendió hasta el cierre y un triple de Matías Fioretti (1/6 CEC) más un doble de Leonardo Peralta, bastaron para quedarse con una ventaja importantísima para manejar el pleito con serenidad (20-8).
Otro dato que reflejó el pésimo pasaje del los dueños de casa fueron las 8 pérdidas. Resolver la zona impuesta luego por Hernán Laginestra fue un imposible para el AEC.
DE MAL EN PEOR.
El tablero marcaba 5.37 para llegar al descanso largo cuando un triple de Pablo Osores puso la historia 28 a 10.
Fue notable como Estudiantes se pasó bien la pelota (13-4 en asistencias) y así llegó de forma óptima al cesto. Inclusive, Laginestra se dio el lujo, al margen de su largo plantel, de dejar a Roberts en el banco.
Uranga junior estuvo errático en sus penetraciones, como todo su equipo. Por si fuera poco, Pablo Moya apareció antes del entretiempo y su peso en la pintura le dio a su Estudiantes 19 de distancia (35-16).
Después de mucho tiempo, un triple de Uranga junior rompió el maleficio para un Echagüe desconcertado y que se fue al vestuario silbado por su gente, con números bajísimos: 5/23 en cancha (4/19 de dos y 1/4 de tres); contra el 14/28 de campo del Verde. En pérdidas, 10 a 3 fue la diferencia en contra del local.
NO ALCANZA.
A Echagüe no le quedaba otra que salir con todo a achicar la brecha en el tercer período. Es que de no manifestar una reacción la historia estaría liquidada con mucha anticipación.
Un doble de Roberts, que sólo estuvo hasta concretar su tercera personal, colocó a 20 al número dos de la fase regular (39-19).
Sin embargo, los de calle 25 de mayo lograron jugar el parcial de igual a igual, a la espera de generar una ráfaga que le pinte otro panorama de cara a los 10 minutos finales.
Apareció Andrés Landoni con puntos y rebotes, y un par de entradas de Leonardo La Bella ilusionaron a los paranaenses (33-46), que de no ser por Sergio Ravina (0/5 en dobles sin ningún intento de tres hasta aquí) y una bandeja errada totalmente solo, la levantada hubiese sido aun mejor.
Tras ese yerro, Estudiantes despertó (52-33) y el camino para revertir el resultado quedó muy cuesta arriba para Echagüe, que ganó el cuarto 17 a 15.
EL MILAGRO NO LLEGÓ.
Estudiantes no se relajó. Por el contrario, empezó a pleno el cuarto final y así se mantuvo hasta aplastar definitivamente a un Echagüe anonadado que llegó a estar 22 tantos abajo reiteradas veces (empezó en 61-39), que volvió a dejar libertad para el bloqueo, que no supo más que hacer y se fue con la cabeza gacha.
Santiago Reutemann
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