El AEC consolidó un triunfo necesario y en el momento indicado. En una fecha donde nada se podía regalar, la plantilla de Sebastián Uranga sacó parte del boleto necesario para instalarse entre los mejores. Solidez defensiva, recambio, concentración y actitud, algunos de los puntos altos del Negro. Lo que viene y lo que queda en tres jornadas a pura intensidad, ante rivales con diferentes presentes.
Era lo que necesitaba. Muchas cuestiones se dieron y coincidieron en la última noche de viernes para que Echagüe se invite a sí mismo a soñar. Una victoria era el punto de partida obligada, teniendo en cuenta el rival (lucha palo a palo con el AEC por un lugar en Play Off) y lo que se jugaba en otras canchas. Y el primer paso se consiguió. El Negro se encontró con esos dos puntos tantas veces negados por errores propios y otros tantos por méritos ajenos. Lo cierto es que sumar así no solo trajo tranquilidad para el plantel, cuerpo técnico y dirigencia, sino también para sus pocos fieles seguidores, quienes sacan números y evalúan lo que queda de cara a una posible clasificación.DE REOJOS.
Más allá de mentalizarse en sacar adelante un partido duro frente a un complicado equipo de Ricardo De Cecco, Echagüe no perdía de vista lo que pudiera suceder en caso de no ser todo “color de rosas”. Es que una victoria de Unión de Sunchales, la cual se terminó dando (59-58), complicaría las cosas mucho más aún en caso de caer en casa frente a Oberá, ya que no sólo vería como el equipo misionero se escapara en las posiciones, sino que se acercaría al Bicho Verde a dos puntos y medio, restando tres fechas por disputar, y con un futuro inmediato en “La Fortaleza” del elenco sunchalense.
Lo cierto es que el equipo de Sebastián Uranga sacó chapa de un equipo aplomado y boletos hacia una primera estación, de un viaje que culmina en la siguiente instancia.
DEFENSA, COMO BASE.
A diferencia de juegos anteriores, Echagüe siempre supo en la previa que un juego defensivo en gran volumen, iría de la mano con una victoria buscada. Desde allí plantó sus bases consolidando el juego ofensivo que comenzó a verse promediando el segundo cuarto. Eso fue suficiente para sacar una ventaja tranquilizadora.
PUNTOS DESDE EL BANCO.
Sin dudas dentro de las cuestiones positivas, es de destacar lo realizado por aquellos jugadores que por ahí no saltan al campo desde el minuto inicial. En un gran nivel, Sebastián Uranga Juniors volvió a demostrar ser el primer recambio de categoría, aportando puntos y soluciones en momentos de poco aire. Y si de soluciones se habla, Kevin Hernández es el nombre y apellido justo. El interno se puso el Overol en los momentos en que Williams estuvo ausente (se cargó de faltas promediando el tercer cuarto), para defender lo conseguido hasta el momento. Con mucha batalla, Hernández se las ingenió junto a Landoni y compañía para frenar a Fabio y Risso, potencias en la zona pintada rival.
Y para lo último, la “frutilla del postre”. Tratando de buscar la tenencia de balón necesaria para correr los minutos y mover la defensa rival, Uranga apostó por un nombre sin mucho crédito en lo que va del torneo, pero si demasiados pergaminos futuros: Rodrigo Haag. El juvenil santafesino fue un rayo que nunca dejó de iluminar. Apareció cuando se lo propuso, demostrando que en este nivel, puede ser aquella promesa futura que tantos desean, para decirle a su entrenador “aquí estoy”. Claro que por mucha cuestiones, su ausencia no se debe a cuestiones táctica ni técnicas, sino a lesiones y citaciones nacionales que impiden su regularidad y crecimiento en este Echagüe.
LO QUE VIENE.
El Atlético Echagüe Club estará visitando al venidero viernes a Unión en la ciudad santafesina de Sunchales. El equipo de Marcelo Richotti marcha último en las colocaciones y se juega ante su gente una de las últimas fichas en sus aspiraciones para quedarse en la divisional. El AEC deberá jugar con los nervios e impaciencia del Bicho Verde, para consolidar con tranquilidad lo demostrado ante Oberá. Una victoria, posible, no solo conservaría su diferencia con Oberá y La Unión, sino que alejaría definitivamente ese fantasma que estuvo al acecho durante gran parte del certamen, llamado descenso. Claro que en el mismo orden, el triunfo consolidaría una racha positiva y desataría un gran cierre en casa, recibiendo al puntero y candidato (San Martín) y cerrando mano a mano con unos de sus rivales directos en busca de un boleto a Play Off (La Unión de Colón).
NICOLÁS FURLÁN
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