sábado, 14 de diciembre de 2013

Mostró dos caras y lo pagó caro

Echagüe perdió anoche con San Isidro en tiempo suplementarioEl AEC llegó al entretiempo 16 puntos arriba, con sólo 33 en contra. Pero en la segunda parte estuvo lejos de ese gran trabajo defensivo y terminó cayendo en San Francisco por 106 a 98.


La dejó pasar. Realmente la dejó pasar. Estuvo muy bien en defensa en la primera parte, al igual que la semana pasada en Corrientes. Dominó con autoridad y se fue al descanso con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, fue otro en la segunda mitad y San Isidro, que estuvo abajo toda la noche, a falta de a 3.28 para el final pasó por primera vez al frente y de ahí en más, palo y palo hasta el epílogo, liquidó todo en un tiempo suplementario (87) para ganar por 106 a 98. 
El AEC mostró dos caras y la revancha inmediata la tendrá el martes, cuando desde las 21 reciba a Unión Progresista, despidiendo el 2013 en su casa. 
CON DEFENSA Y DODSON.

La defensa que tanto resultado le dio la semana pasada en Corrientes fue la que volvió a elegir Echagüe para custodiar su aro. Una zona 2-3 que fue intercambiando con personal, con especial atención sobre Gastón Essengue o quien intente ingresar al poste bajo. Esta provocó lanzamientos incómodos a San Isidro, al que su clásica presión no le trajo rédito ya que el AEC contó con un inspirado Darnel Dodson que anotó 8 de los 10 puntos con los que los paranaenses se ubicaron 10-0 (1/1 de dos, 2/2 de tres y 2/2 en libres), a 6.43 del final del primer cuarto. 
Otro punto positivo de Echagüe se dio a la hora de la penetración ya que, de no convertir, generó la falta y fue a la línea (2-13). Una seguidilla de errores San Isidro se los hizo pagar a su rival y poco a poco descontó, para quedar 9-13. 
Además, en este lapso la segunda personal de Omar Cantón lo mandó al banco, obligando el ingreso de Ricardo Centeno, con la gran responsabilidad de continuar con el óptimo trabajo defensivo del rosarino. Y Riki cumplió. A pedir de Echagüe, Essengue también abandonó el parqué por lo mismo. 
La sequía en el goleo el AEC la corrigió y un dos y uno de Víctor Cajal bastó para sacar 10 (11-21). 
Así como Bruno Ingratta fue el arma de gol del local, lo de Dodson en la visita fue sobresaliente con 13 tantos en el cuarto. 
Si bien estuvo bien atrás, la demora para defender el perímetro de Los Halcones, cuando este rotó la bola, privó a los entrerrianos de sellar una mayor distancia. 
FELIZ A LOS VESTUARIOS.

Echagüe cuidó lo hecho en los primeros 10 minutos. Sebastián Uranga movió su banco y los suplentes también cumplieron con lo pedido. 
El AEC manejó una brecha de 10 puntos que los de San Francisco, sólo con Essengue, no pudieron contrarrestar. 
La sociedad entre Cajal y Cantón trajo más dolores de cabeza a Beltramo y compañía. Ni que hablar cuando el pibe Rodrigo Hagg clavó un bombazo para, a 4.04 minutos para el entretiempo, dejar a su equipo 40-26 en ganancia. 
El juvenil fue pieza clave en el cierre de un Echagüe que llegó a los vestuarios dominando el juego con amplitud (33-49), con un 15/24 en cancha y 13/17 en libres, además de 19 rebotes y 10 asistencias. 
OTRO ECHAGÜE. Como era de esperar, San Isidro saldría con todo a descontar cuanto antes los 16 puntos en contra y con un rápido parcial de 6 a 2 dio cuenta de ello. Sin embargo, y como a lo largo de toda la noche, Echagüe no entró en el juego apresurado del dueño de casa, tuvo calma cuando generar opciones para encestar no era posible y opacó a un adversario que cada vez que parecía encontrarle la vuelta no pudo. Por si fuera poco, la confianza se vio reflejada cuando una máxima de 20 fue posible (42-62). 
Otro “momento” tuvo San Isidro, que logró un 12-1 (buen pasaje de Sciutto) con el que volvió a creer (54-63 a 2.59), cuando empezó a romper mejor la marca visitante, olvidando el pobre 5/19 desde los 6.75 metros. 
Reencontrarse con su defensa sería fundamental en el último cuarto. El AEC dio muchas libertades y San Isidro fue quien cumplió con el objetivo de llegar en partido al último cuarto. Los paranaenses, que recibieron sólo 33 tantos en el primer tiempo, sufrieron 30 en el tercer chico (San Isidro llegó a estar a 7, 63-70). 
PARA EL INFARTO.

Increíble fue cuando Echagüe cacheteó cuatro pelotas seguidas para convertir abajo del aro, esta no entró, y en la contra Lisandro Villa le dio un dos y uno a San Isidro que definitivamente fue otro. Por si faltaba algo, una pérdida en la mitad de cancha dejó mano a mano a Essengue para enterrarla: San Isidro 70-Echagüe 72, a 8.06 del final. 
Matías Bernardini metió un triple, a 4.25, para dejar a sólo uno a su equipo (77-78). A Echagüe se le fue poniendo cada vez más oscuro el panorama, ni hablar con Cantón y Centeno afuera por cinco. 
Sciutto, a 3.28, con un 2/2 desde la línea colocó por primera vez a los suyos al frente. 
A Echagüe le tocaron el orgullo y lejos de entregarse volvió a marcar terreno. San Isidro falló en bolas clave y también perdió peso abajo con la salida de Ingratta. 
El pibe Iván Antoniuk cerró el juego de gran manera, fajándose en la pintura, en ambos aros; para luego concretar en la red (79-85). 
En un final para el infarto, parecía que lo ganaban los de Beltramo cuando Villa definió sólo, con 2.1 segundos. Sin embargo, a Cajal no le tembló la mano y un 2/2 en simples le dio el empate en 87, no sin antes sufrir cuando la última de tres Cafferatta hizo sonar el fierro. Todo a suplementario. 
El protagonismo de Ghirardi en los ataques fue el inicio para que San Isidro saque 8 (97-89 a 3.11). Antoniuk también dejó la cancha por faltas y así el local se quedó con un triunfo que en el primer tiempo parecía impensado.


Santiago Reutemann, para El Diario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario