Nadie para su marcha

#Echagüe le ganó a #Unión en el Luis Butta y mantiene su ilusión intacta
El AEC derrotó al Tatengue, 86 a 73, por el cuarto punto de Play Off. Con este triunfo, el equipo paranaense estiró la serie a un quinto cotejo, el cual se jugará en la ciudad de Santa Fe el próximo martes, para saber quien accede a cuartos de final.

Y parece ser que de local, nadie detiene su marcha. Sólido en ofensiva, solidario en defensa, no solo logra sacar diferencias, sino manejar los tiempos. Sufre cuando quiere, se florea cuando se lo propone, y recupera confianza. Aquella que perdió quizás estando 2-0 abajo, pero que recupera tras esta contundente victoria para igualar la serie en dos. Fue triunfo de principio a fin (nuevamente), 86 a 73, para estirar la racha de local y soñar, por qué no, con una victoria el próximo martes en el Ángel Malvicino, que lo deposite en cuartos de final.

DE MENOR A MAYOR.
En el inicio fue Unión quien sacó mayor provecho. Bien en defensa, anulando el juego interno de Echagüe, obligó a su rival a tomar tiros externos que no tuvieron buenos réditos. Pablo Jaworski tomó dos tiros a distancia sin dirección (0/2), lo que imposibilitó sumar, algo que sacó provecho el Tatengue con sus internos, para sacar la primera diferencia (9 a 2).
Luego de aquel inicio, el local revirtió su partido. Apostó al juego interno y con un Santiago González intratable (5 rebotes), metió un parcial de 6-0, para ponerse en partido. Desde el propio González el Negro pasó a comandar por primera vez, para hacer estallar el Luis Butta (14-13).
En el palo a palo, Echagüe mejoró contundentemente en defensa, bloqueando el juego interno de su rival y obligándolo a tomar tiros externos que le dieron pocos resultados. Así fue como desde González y Jaworski, metió un parcial de 5-0, para cerrar el primer chico arriba (21-17).
En el arranque del segundo chico, el AEC siguió con la misma tónica, haciéndose fuerte en su pintura, y acertando en las decisiones ofensivas. Así, con un tiro a distancia de Jaworski, sacó la máxima diferencia (27-17).
Si bien el local nunca cesó en su marcha, su juego se vio interrumpido con problemas en la parcialidad visitante, lo que generó la detención en reiteradas ocasiones. Así y todo el Negro mantuvo el orden, llegando a sacar 14 de diferencia (41-27). Con la misma intensidad, el dueño de casa cerró un gran primer tiempo (45-30) para la ilusión de todos.

SIESTA NEGRA.
Pareció ser que Echagüe alargó su descanso. Sin la misma eficacia, sin la misma presión y bastante apático en defensa, vio como su rival se acercó tras un parcial de 8-0, mojándole la oreja a ese gran primer tiempo.
Sin embargo a falta de 5´, el local logró volver a las fuentes. Basó su victoria parcial en una fuerte defensa, sobre todo defendiendo la pintura, y recuperó el goleo ofensivo, rotando la bola y llevándola al poste bajo para mantener una victoria tranquilizadora (55-43).
Si bien sobre el cierre la visita metió un parcial de 6-0, más por errores del AEC que por méritos propios, el dueño de casa cerró el tercer chico con 10 de diferencia (63-53).

DESPERTÓ Y CELEBRÓ.
En el arranque del último chico, Unión insinuó de entrada, pero Echagüe retomó la senda. Con un parcial de 6-0, sacó nuevamente diferencias (69-56). Si bien mantuvo altibajos, alternó aciertos y yerros ofensivos, el AEC mantuvo una ventaja que le permitió manejar los tiempos. A falta de 1´ 52´´, el dueño de casa hizo estallar el estadio, sacando la máxima de 18, para encaminarse al triunfo final (80-62).
De cara al final, Echagüe se floreó ante su gente, quien con cánticos y aplausos festejó este triunfo, que le permite recuperar terreno perdido y soñar así con un quinto punto, el cual puede robar el próximo martes en Santa Fe. Fue victoria 86 a 73, en un final bochornoso, con agresiones de la parcialidad visitante.


CLIMA DE CLÁSICO.

Como una costumbre en este último tiempo, la gente del Atlético Echagüe Club se volcó en gran número hasta el estadio Luis Butta para acompañar al equipo en una nueva presentación por Play Off. Claro que tuvo el condimento de tener frente a un rival al cual se lo considera en la categoría un clásico, sobre todo por la cercanía entre uno y otro y la paridad entre ambos. Mucho público llegó desde la capital santafesina y los cánticos de unos y otros se hicieron sentir.

NICOLÁS FURLÁN, para El Diario

Foto: Bernardo Albisu