sábado, 21 de mayo de 2016

“Dejamos todo y eso nos deja tranquilos”

Lisandro Ruiz Moreno habló luego que #Echagüe quedara eliminado en la final de la Norte. Explicó la polémica última jugada.



Los dias van pasando. Y con ellos la herida, a su vez, va cicatrizando. En ese proceso se encuentra Lisandro Ruiz Moreno, protagonista esencial del cuarto punto final de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso que se desarrolló el martes. Esa noche, en un Butta repleto, Echagüe se quedaba con las manos vacías ante un error involuntario del zurdo y habilidoso jugador. Fue derrota ante Barrio Parque, que terminó pasando la escoba.

“Estoy mejor ya que a medida que pasan los días, uno se va tranquilizando un poco. Igualmente queda un resto de bronca por cómo se dio la última situación. Igualmente este tiempo sirve para reflexionar un poco. El salo que me queda es sumamente positivo”. le confesó ayer Lisandro Ruiz Moreno aOvación.

—En la última jugada, donde la terminás perdiendo, ¿qué pasó?

—Cuando recibo la pelota veo que la diferencia de lo que restaba de posesión con el cronómetro era de un segundo. Por como estaba el tablero (69-68 ganaba el AEC), la lógica indicaba que ellos debían cortar con falta. Iba a aguantar la pelota hasta que llegar el contacto. Pero los segundos pasaban y ellos no cortaban. Fue así que decidí cortar hacia el aro para golpear la pelota contra el tablero o el aro. Y cuando bajo la cabeza para hacer el cambio de dirección, ahí no veo que me doblan la marca y me terminan sacando la pelota. Y ahí se da la contra de Barrio, donde se termina cortando al mejor tirador de libres del TNA. Evidentemente la suerte no estaba con nosotros.

—¿Querías que te tragara la tierra?

—Totalmente. No nos quedaba tiempo para nada. Y te cae la ficha de que es el final de temporada. Es todo muy rápido y muy fuerte de poder asimilar lo que se venía. Son amarguras propias del jugador. Tenía tristeza e impotencia de que todo terminara así.

—¿Creés que este es el lugar que le corresponde a Echagüe? Estar entre los cuatro mejores de la competencia...

—Desconozco cuál es el lugar de Echagüe ya que tuvimos blancos y negros. Pero si es por el nivel que mostramos en la segunda fase entiendo que estuvo bien poder avanzar a la final de Conferencia. Logramos estar en la discusión pero también hay que ser sinceros y saber que este equipos jugó sin extranjero. El primer extranjero si nos dio resultado, pero luego no tuvimos suerte.

—El jueves se reunieron ustedes para despedir la temporada. ¿Que se dijo? ¿Hubo autocrítica?

—Autocrítica no ya que ninguno de nosotros se guardó nada. No hubo falta de ganas y se dio todo por el equipo. Hay un aura de tranquilidad alrededor de este final de torneo. Y esa sensación es placentera. ¿Sabés por qué? El mismo martes por la noche y el miércoles recibí cientos de mensajes de gente que conozco y no, apoyándome.

—Ahora... ¿a descansar?

—Sí. En junio me tomaré vacaciones. Esta temporada (52 partidos, record 28-24) fue más larga que la anterior (34), lo cual no es una carga menor. Hay que atender otros aspectos de la vida que son esenciales ya que el básquet no es todo. Hoy (por ayer) recibí el llamado de la Asociación Paranaense para jugar el entrerriano y les dije que no ya que se juega justo en Junio.

—En la comida que tuvieron el jueves la dirigencia les dijo que la idea es repetir la base equipo. ¿Vos qué pensás hacer?

—Aún es muy temprano poder analizar qué va a pasar. Mi vínculo termina ahora con Echagüe y cuando se llegue el momento se analizarán las opciones que haya. Se puede llegar a repetir... o no.

—¿Cuándo Echagüe podrá dar el salto a la A?

—Creo que se está preparando el terreno de la manera adecuada. El ansiado ascenso cada vez está más cerca. Un ascenso es una consecuencia “de”. El club está haciendo los méritos para que eso suceda.

UNO Entre Rios
Foto: Bernardo Albisu

viernes, 20 de mayo de 2016

“Esta temporada fue una montaña rusa”

Ignacio Barsanti, DT de #Echagüe, y su visión de un año que siempre será recordado.
Así definió el entrenador la campaña de su equipo, la cual comenzó de la peor forma y culminó bien arriba, en una Final de Conferencia. Los buenos y malos momentos, el crecimiento, la eliminación en manos de Barrio Parque de Córdoba, su futuro; fueron algunos de los tantos temas hablados.



“Quizás la impotencia de perder en casa fue lo que más dolió. Más allá de la ilusión que había, uno de los objetivos era no perder de local, sobre todo en un tercer partido, ya que teníamos la esperanza de revertir la serie. El equipo estaba bien, muy fuerte, y fue un golpe anímico duro. Pero, sin dudas, el marco de público y el final fue increíble. Yo no acostumbro a hacer devolución con la gente pero la verdad que se sintió todo su cariño y esto marca un poco la entrega que dio el equipo”.
Más allá de la bronca por como Echagüe quedó eliminado de la temporada 2015/16 del Torneo Nacional de Ascenso, aquel cierre que será difícil de olvidar con esa pérdida de Lisandro Ruiz Moreno, los libres de Andrés Mariani y el último intento fallido de Santiago González que determinó la derrota ante Barrio Parque (69-70) en la serie Final de la Conferencia Norte; los aplausos con los que los hinchas del AEC despidieron a su equipo hablaron por sí solos, e Ignacio Barsanti lo sabe.
La fría mañana del jueves no fue excusa. Titi, después de asistir a los intercolegiales en el Parque Berduc y antes de viajar a Santa Fe, donde Santiago González fue anfitrión para el almuerzo, como de costumbre se tomó un tiempo para dialogar con EL DIARIO y hacer el balance de lo que fue una de las mejores campañas del club en su larga historia en la categoría.
Un vació estadio Luis Butta, el cual volvió a vibrar casi como en los buenos tiempos, fue el mejor escenario para hablar tranquilo -sin la adrenalina por las nubes como el DT suele tener en cualquier partido- de lo que significó un trabajo que llevó a Echagüe a estar nuevamente en boca de todos, labor para la cual este joven entrenador fue una pieza primordial.

-¿Cómo fue ese vestuario tras el partido?
-El silencio y las lágrimas estuvieron. Fue muy duro, un vestuario quebrado es lo más feo de ver en un plantel. Ese momento de intimidad es muy fuerte porque uno expresa el momento vivido. Pero también se vivió con mucho dolor porque los chicos estaban muy comprometidos con la causa de querer pelear el ascenso. No se nos dio. Quedó ahí.

-¿Barrio Parque los sorprendió más de lo esperado?

-Más allá del rival, de que ellos están en un gran momento y se han solidificado muy bien como nosotros, por momentos, en una parte del torneo; fue un poco sorpresivo sobre todo el inicio. En el comienzo de esta serie entramos con muchas dificultades, con la lesión de Santiago (González), con la del americano, con una carga física y anímica muy alta, y ellos lo supieron aprovechar con los dos juegos en Córdoba y nos sacaron un poco de la estructura que veníamos teniendo, por eso ese dolor de acá en casa no poder revertir esa situación ya que estábamos totalmente capacitados.
-Llegaron a ocupar el puesto 26 entre los 26 equipos y después terminaron cuartos. Una campaña por demás particular en este sentido, con 52 partidos en los que consiguieron algo histórico.
-Sin dudas. Haciendo un análisis en frío esta temporada fue una montaña rusa, por lo que significó. Un inicio recontra turbulento en el sentido de las lesiones, de falta de por ahí de encontrarnos en el juego… en fin, todo proceso lleva su tiempo pero a este equipo le costó el comienzo, le costó conocerse, poder armar el grupo, pero el crecimiento fue paulatino y tras dos meses se amoldó, encontró su estructura de juego y explotó en la segunda parte del año, de diciembre hasta esta época, alcanzando un nivel muy bueno donde pudimos someternos a la filosofía que planteábamos de tener una defensa agresiva y muy picante, y se logró ese objetivo.
-Hubo un momento clave en la campaña después de aquella reunión con los dirigentes tras el cierre de la Primera Fase y esas nueve derrotas seguidas. Sin dudas, un antes y un después en la temporada. Hoy, ya pasado el tiempo, ¿Qué se puede contar de ese día?
-Como aspecto dirigencial todo dirigente quiere ser partícipe de un proceso en la construcción de un equipo y en el desarrollo del proceso, es la obligación que tiene, no solamente cuando las cosas están bien debe estar dando la cara sino también cuando van mal ver cual es el problema, cual la dificultad que está generando esa traba. Pero yo no atribuyo el cambio o la mejora del equipo a una reunión porque, de ser así, yo tuve muchísimas reuniones individuales y grupales y el equipo todavía no encontraba su forma. Sí considero que fue importante para saber también que estábamos con la soga al cuello, que teníamos que revertir la situación, y fue un punto más en el cual el equipo dio la cara, y es para destacarlo.
-Algo entendible ese cónclave, inclusive sonaron algunos nombres para recambio -Nicolás Agasse fue uno-, pero la dirigencia los bancó, más allá de que modificar el equipo implicaba un gasto que el club no estaba en condiciones de hacer.
-Dentro de las charlas que mantuve con los dirigentes la idea era tratar de sostener la estructura del equipo. Confiaba plenamente en que íbamos a salir, lo tenía en claro, y llegó ese apoyo tanto para los jugadores como para mí porque de hecho los fusibles para descomprimir son los entrenadores, y yo se lo había aclarado tanto a los dirigentes como al grupo, que me sentía el principal responsable si había que tomar una decisión, eso estaba asumido. Pero los dirigentes también tuvieron su mérito de aguantar la presión.
-Los problemas durante la temporada, las derrotas, las lesiones, el atraso en los sueldos en la primera parte, las malas condiciones en algunos viajes, a cualquier equipo puede generarle una negativa total. Sin embargo, a éste Echagüe toda esta adversidad como que los potenciaba.
-Sabíamos que la situación era compleja, que estábamos pasando por un momento complicado, pero mi mensaje era que en los instantes en los que las cosas se ponen duras teníamos que unirnos cada vez más y demostrar que íbamos a dejar todo en el sentido deportivo. Que las cuestiones estructurales iban a llegar, que iba a haber cambios, que se estaba trabajando para eso pero que teníamos que mantenernos unidos. Lógicamente, generaron un fastidio, un poco de presión y angustia, pero ahí se vio el temple y el carácter de estos chicos que supieron atravesar por todas estas circunstancias y siempre estuvieron pensando en llevar adelante el proyecto deportivo.
-Otro momento particular en la campaña fue la salida de DeAngelo Kirkland. Había costado pero ya se había acoplado al equipo y entendido lo que vos pretendías de él. Pero si bien su partida cambió el esquema, al margen de ello tampoco se cayeron.
-Seguro, ya se había acoplado al grupo, al estilo de juego. Había tenido un crecimiento importante y nos estaba dando cosas tanto en defensa como en ataque. Para nosotros fue una salida compleja porque es difícil encontrar un equilibrio con americanos que son novatos, y ya el tipo se había adaptado muy bien, estaba muy firme. No obstante, el plantel suplió esa situación y se hizo más fuerte. Sebastián Cabello tomó mucha responsabilidad, tuvo gran protagonismo y asumió ese rol. Fue una situación de adversidad más que el equipo supo sacar adelante.
-¿El cambio de Michael Murray por Jaron Nash lo considerás como un error?
-No. Murray tenía potencial pero tampoco nos llevaba a un camino claro, en el sentido que no era un cuatro neto. En cuanto a lo de Nash, no esperábamos que sea de tan bajo nivel, no nos dio nada, absolutamente nada de compromiso con el grupo en su juego. No sé si fue un error pero el cambio lo necesitábamos y quizás el apresuramiento en el mismo nos llevó a elegir muy temprano o ver demasiado rápido un extranjero que pueda integrarse. No lo tomo como un error sino como una mala situación de recambio.
-A propósito de Nash, esa última bola en el quinto partido ante Hindú que terminó definiendo, ¿Era para él?
-No, generalmente teníamos la situación de cierre con Lisandro en la bola ya que es el que más provoca las chances para asistir o anotar. No pudo recibir, Torre (Gastón) tomó bien la decisión de atacar el canasto, leyó muy bien la ayuda defensiva y quedó liberado Nash, lo que derivó en un tiro prolijo. Por suerte pudo meterla.
-Es difícil asumirlo y uno trata de ser cauto con esto, pero… ¿Cuándo sentiste que el equipo era candidato al ascenso?
-Nunca me puse el mote de candidato en sí, pero si veía que el plantel se solidificaba cada vez más pasando serie a serie. Desde Salta Basket (3-1), que fue una serie durísima, el equipo tuvo una unión y una estructura para encarar los playoffs con mayor mentalidad y abriéndose a que podíamos dar buenas series.
La victoria ante San Isidro (3-1) también fue un click para pensar que podíamos dar más, y ni hablar con Hindú (3-2). Fueron tres series muy buenas. Quizás llegamos con una carga anímica muy grande, uno siempre está evaluando lo físico pero el cansancio psicológico y anímico fue muy grande. El duelo con Hindú fue muy duro. Por ahí, no se si la palabra es ‘subestimar’, pero pensábamos que con Barrio Parque (0-3), como venía siendo un rival de menor porte, íbamos a poder llevar adelante la serie. Pero no fue así.
El mote de candidato no lo tuvimos, en sí, desde el comienzo de los playoffs.
-Un punto fundamental, y más en una campaña con 52 partidos encima, fue el aspecto físico, y aquí subrayar el trabajo de Edgardo Aldao en la preparación ya que, a la hora de hablar de lesiones, los esguinces fueron un dolor de cabeza pero salvo alguna que otra contractura no existió otra cosa grave.
-Es destacable su tarea llevando el proceso paulatinamente y como corresponde. Su trabajo fue de excelencia. Tiene un potencial humano y profesional de gran nivel. Nos ayudó mucho, estuvo a la altura del equipo y su profesionalismo hizo también que Echagüe haya llegado a esta instancia, sin dudas.
-Oscar Armando también fue importante en algo totalmente nuevo para él, un puesto de Asistente Técnico que conocés muy bien.
-Cumplió con el rol y es destacable también. Lógicamente que por ser su primera temporada hubo muchas situaciones que le costaron ya que ser asistente no es sencillo, en lo más mínimo, y también destaco la calidad humana que ha tenido conmigo, con el grupo, ya que esto muchas veces vale más que alguna situación de trabajo que se puede suplir.
-Y siguiendo con todo lo que rodea al plantel, lo de Rubén Durán (Utilero) y Guillermo Ragone (Jefe de Equipo) es clave también.
-El Topo sabemos que está hace mucho en el club y conoce todo. Lo mismo el Guille, y ambos hacen un gran esfuerzo por trabajar en conjunto, poniéndose bajo las alas de un proyecto, que no es para nada sencillo.
-En cuanto a tu futuro, ¿Es cierto que vas a contar con un representante a partir de ahora?
-No, todavía no (risas). Todavía no me puse a pensar de acá a adelante. Ahora quiero tomarme un descanso después de una temporada durísima y en unos días empezaremos a evaluar que determinación se toma y que es lo que pretendo yo también, si continuar bajo este rodaje o ver por otras alternativas. Estoy muy tranquilo.
-¿Pero te gustaría seguir en Echagüe?
-Sí, sin dudas. Me siento muy cómodo, es mi ciudad, tengo a mi gente, hemos hecho un buen proceso, una buena campaña, y uno está bien trabajando acá y eso es importantísimo.

54,9
Es el porcentaje de eficacia de Barsanti como DT de Echagüe. Titi, que esta temporada llevó al AEC a cerrar un record 28-24, acumula en total 39 victorias y 32 derrotas en su carrera (11-8 de 2014/15).

Santiago Reutemann, para El Diario.-
Foto: Bernardo Albisu

miércoles, 18 de mayo de 2016

Sentimientos encontrados

#Echagüe perdió un partido increíble (69-70) y quedó eliminado.
El AEC se equivocó en la última bola y terminó masticando bronca ya que Barrio Parque liquidó la serie Final de la Conferencia Norte. Así y todo, la gente reconoció con aplausos una campaña histórica, como hacía rato no se tenía.


Las lágrimas de Lisandro Ruiz Moreno reflejaron, por un lado, la bronca que quedó masticando anoche Echagüe al ver como se le escapó un partido increíble. Pero por el otro, los aplausos con los que la gente despidió al equipo, denotaron el reconocimiento a una campaña histórica, como hacía mucho el AEC no tenía, un año en el que tocó fondo al ocupar el último puesto para luego culminar entre los cuatro mejores de la categoría.
El Negro cayó como local -luego de 14 partidos- por un agónico 70 a 69 frente a Barrio Parque, que de esta forma se consagró campeón de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso, por lo que en la próxima instancia, entre cordobeses y santacruceños -Hispano Americano también barrió a Platense al derrotarlo 73 a 67- se definirá quien será la nueva cara de la Liga Nacional.

EL PARTIDO.
Barrio Parque pudo lastimar adentro con sus penetraciones, repartiendo su goleo, algo que le costó hacer a Echagüe ya que tuvo de doblar el esfuerzo para, principalmente con los tantos de Sebastián Cabello (7) y los rebotes de Santiago González (5), sacar rédito en un primer cuarto por demás parejo (11-11).
Ya en la parte final del parcial, la opción de tres apareció como otra herramienta para vulnerar el canasto rival y así, con uno de Lisandro Ruiz Moreno y otro de Agustín Carnovale, el conjunto de Paraná se fue 17-16 arriba al mini descanso.
Alejandro Lotterio rotó constantemente su banco sin poder encontrarle la vuelta a un AEC que fue en aumento (28-21), con una defensa en que obligó al lanzamiento externo, donde los cordobeses no estuvieron tan precisos (2/10 en el primer tiempo).
Pero Barrio Parque demostró un cambio que lo llevó a achicar el score, con Fernando Titarelli, Andrés Mariani y un Lauría que volvió a decir presente, para igualar todo en 33, lo que le duró poco ya que quien sino otro que Cabello -se fue a los vestuarios con 15 unidades- , le devolvió la ventaja a un AEC que no probó nunca de tres en el segundo cuarto (35-33).
En el reinicio, Parque tuvo a maltraer a los entrerrianos. Lauría dejó 46-47 la historia, cuando solo con Ruiz Moreno, Carnovale y Cabello en ataque al Negro no le bastó más que para seguir en la paridad absoluta.
Los de La Docta tuvieron su momento. Julián Chiera entró bien y junto a Estefano Simondi se acoplaron de buena manera a Lauría y compañía, para alejarse a 5 (48-53 y 50-55). Otra vez, la última fue para el dueño de casa, que con Licha se acomodó para los últimos 10 minutos (53-55).
Matías Stival siguió al frente de la base ya que Gastón Torre se cargó de faltas (4 en 25 minutos), la gente empezó a jugar su papel con el aliento y contagió al equipo, que a pura garra se recuperó (58-57).
Con Lautaro Rivata la visita revivió (58-61). Echagüe pecó con sus libres y dejó pasar buenas chances (9/19 hasta aquí), como así también con sus lanzamientos de cancha.
En el final pasó de todo, y en los últimos segundos aun más. Chiera falló de tres, Ruiz Moreno apostó a consumir el reloj pero perdió la bola que luego terminó con Mariani en la línea. El escolta, con su 2/2 coronó un 9/9 en la noche, para darle la victoria a su equipo ya que sobre la chicharra González no pudo ponerse el traje de héroe.

Santiago Reutemann, para El Diario.
Foto: Bernardo Albisu

viernes, 13 de mayo de 2016

No hay nada que reprochar

Con bajas importantes, #Echagüe cayó 76-69 frente a Barrio Parque
Sin Santiago González (tobillo), con Jaron Nash lesionado a los 18 segundos y Nicolás Rufer jugando con un dedo fracturado, el AEC hizo demasiado anoche en el primer punto de la Final de la Conferencia Norte, pero no le alcanzó.


Si ya el panorama pintaba complicado sabiendo que Santiago González no sería parte del primer punto, ya que la idea es que se recupere bien para el segundo; ni hablar si de entrada nomás Jaron Nash se lesiona y no puede volver a la cancha, y encima otra de las opciones en el juego interno, Nicolás Rufer, debe ingresar a pesar de tener fracturado un dedo de la mano.
Con este panorama Echagüe inauguró anoche la serie Final de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso. Así y todo, el AEC dio pelea pero Barrio Parque no dejó pasar la chance de vencerlo. Fue por 76 a 69, para ponerse al frente en el duelo, el cual continuará mañana, desde las 21, cuando ambos se vuelvan a encontrar en el mismo escenario para la segunda historia de este playoffs.
MALA SUERTE Y TRIPLES. Tan solo 18 segundos pasaron en el reloj cuando en una corrida de Echagüe, tras un pase de Ruiz Moreno a Jaron Nash y antes de que éste pueda tomarlo, todo el banco visitante y los hinchas que llegaron desde Paraná se tomaron la cabeza al ver como el extranjero se dobló su tobillo derecho, con gestos de mucho dolor, motivo por el cual se fue rengueando, lo que terminó en el cambio por Julián Morales, quien entró bien, con un triple en su primer intento (3-5).
A Echagüe le costó meter la bola al poste bajo y solo pudo probar con lanzamientos de cuatro o cinco metros. No obstante, gracias a su concentración defensiva se mantuvo en ganancia (6-7) frente a un Barrio Parque que probó mucho desde el perímetro y por esta vía pasó al frente como al comienzo (9-7).
El duelo continuó bien parejo y el dueño de casa empezó a dañar cada vez más con Lautaro Rivata y Nicolás Lauría (14-10).
Los triples oportunos de Echagüe -con Ruiz Moreno y Carnovale- fueron vitales (16-16). Y por esta misma vía, Parque también hizo del juego una paridad absoluta, bien de una final (23-19).

MEJOR EL LOCAL.
Sin González, sin Nash que hizo algunos movimientos afuera pero su dolor le impidió volver. Así y todo Echagüe se las ingenió para continuar prendido, con un Morales en un gran nivel, con puntos, rebotes y, más tarde, un bombazo que puso a los paranaenses arriba (25-26).
El pibe Rufer tuvo su chance. “Si llega a pasar algo extremo que me toque entrar me lo encinto y juego como sea”, le dijo el juvenil en la semana a EL DIARIO, amargado tras haberse fracturado el dedo meñique de la mano derecha; y a Ignacio Barsanti no le quedó otra que mandarlo a la cancha.
Las conversiones desde afuera -ahora Matías Stival- fueron la principal arma ofensiva del Negro, que enfrente tuvo a un conjunto cordobés que pagó con la misma moneda, para así empezar a alejarse (38-29 a 2.46 minutos del entretiempo).
El AEC se encontró con un inspirado Lauría cada vez que quedó a tiro, o bien con los destacados pases de Fernando Titarelli, para no perder su cosecha (46-37).
Finalmente, al margen del 6/14 de tres del local contra el 7/12 de la visita, los de Alejandro Lotterio hicieron la diferencia en su juego interno, con un 11/17 y 19 rebotes, contra el 6/15 y 10 de los entrerrianos.

SE CAYÓ EN EL ÚLTIMO.
Estéfano Simondi le dio a Barrio Parque una brecha de 11 (48-37). Pero Morales confirmó que lo hecho en la primera mitad no había sido casualidad, tomó la posta en el goleo junto a Ruiz Moreno y con su eficacia desde los 6.75 metros trajo buenas energías para un Echagüe que, a falta de 3.56 para llegar al último cuarto, con un parcial de 13 a 4, metió presión (52-50).
Justamente, Barsanti apostó a asfixiar la salida con Eugenio Zustovich y Stival. Llegar bien al cuarto final sería fundamental, y los paranaenses lo cumplieron con creces, tan solo cuatro tantos abajo (58-54), después de haber igualado en 54.
Tanto probó desde afuera que, a la larga, los triples que marró al empezar el período final fueron quedando en el olvido cuando la pelota comenzó a entrar. De esta forma, Barrio Parque abrió el camino para sacar una máxima de 14 (73-59), con mucho por delante y frente a un Echagüe complicado a la hora de generar sus chances de gol, algo que continuaría hasta el epílogo, al margen de que, con 29 segundos, el AEC llegó a estar a solo seis de distancia (75-69). No hubo tiempo para más.

TRES DE TRES
A LA CANCHA
El plantel de Echagüe partió desde el hotel hacia el estadio a las 18.45. En Córdoba, la delegación, que viajó en colectivo, se maneja en una combi de la misma empresa. Sobre la hora, antes de salir para la cancha, al bunker arribó Santiago González, quien está realizando una gran recuperación de su esguince de tobillo izquierdo, con sesiones de gimnasio y kinesiología que la dirigencia contrató de manera acertada para que el capitán esté cuanto antes a disposición del equipo.

UN CAPITÁN DISTINTO

En el calentamiento previo, ver a Santiago González de pantalones largo llamó la atención. Sabido era que el pivote estaba en duda para el partido de anoche y todo apunta a que llegue bien al duelo de mañana. A pesar de ello, el capitán se encargó de pasarle la pelota a sus compañeros y no paró de alentarlos desde el banco de suplentes. Situación rara teniendo en cuenta que, hasta aquí, el santafesino había estado en los 49 encuentros del AEC.

SIEMPRE PRESENTE
Banderas, papelitos, aliento, mucho aliento. Los hinchas de Echagüe se hicieron sentir, detrás del banco de suplentes visitante. La Barra Aníbal Sánchez, durante gran parte del juego prácticamente hizo pensar que su equipo estaba jugando en casa, ya que los cánticos locales recién se empezaron a escucharse desde el segundo tiempo. Unas 70 personas arribaron desde Paraná y en total no hubo más de 400 en todo el estadio.

Santiago Reutemann, para El Diario
Foto: Prensa Barrio Parque

jueves, 12 de mayo de 2016

El hincha de Echagüe

Yo lo veía enredado en la bandera que cortaba la popular en dos y se enlazaba desde la jirafa hasta el paravalanchas. Siempre con la misma camiseta de la época en que el equipo jugaba Liga A. Pero no eran tiempos de Liga A. Eso ya había pasado.
Cuando Echagüe jugaba la A, el Negro era el hincha de referencia, el que había sucedido a Hugo Borrás como jefe de la hinchada. El Negro usaba una camiseta azul, ochentosa, con los números en celeste, creo que del 85. En el calor de la popular que da sobre Urquiza, el Negro se quedaba ronco y transpiraba como los jugadores. La diferencia es que de su sudor surgía un vapor, visible, como si fuera humo y el Negro se estuviese quemando. Eso pensábamos nosotros, que nos distraíamos del partido viendo si al final el Negro se prendía fuego o no.

No sé cuando dejó de venir el Negro a la tribuna y quedó a cargo Pichai o Andrés o los que siguieron. Pero el hincha de Echagüe, los herederos de Borrás, están creados por un molde que no existe. Son una particularidad, una diferencia. Me refiero al barra de Echagüe, el integrante de la Aníbal Sánchez. El que veía trepado allá arriba, enroscado en la bandera, con una camiseta vieja, por caso.
Nunca fueron numéricamente muchos, pero jamás se extinguieron, aún

en los momentos más dramáticos de un club mucho más habituado al drama que a los festejos.
En rigor Echagüe solo ganó en 1985, cuando ascendió a la Liga Nacional A, aunque en realidad salió segundo, detrás de Caja Popular de Tucumán. Desde entonces tuvo algunas buenas campañas, la primera del 86´, la de Volcan Sánchez en el 88´, la que llegó a salvar Charles Parker en el 90´ y paremos de contar que se nos vienen los descensos. Dos descensos (90-91 y 93-94) y un ascenso por el escritorio (91-92), con Horacio Seguí como DT y el ahora millonario Guillermo Marin, de base, aunque despedido a mitad de temporada por bajo rendimiento.
Hay algunas temporadas memorables en la segunda categoría, pero ningún ascenso y sí, en cambio, dos descensos, que no se concretaron, otra vez, por el escritorio.
Como fuera, Echagüe es el último vestigio de la Liga Nacional que vimos nacer en el 84. El otro es Atenas de Córdoba. Es, también, una narrativa de lo que padecieron los clubes de barrio que no estaban en condiciones de afrontar el profesionalismo, porque no lo conocían y porque no podían manejarlo. A su modo, Echagüe lo hizo, padeciendo más que nada. Y los hinchas estuvieron ahí, en el mismo lugar, cambiando de referencia, renovando algunos cantos, observando en promedio un eterno empate entre buenas y malas. Un empate con gusto a derrota y esa sensación de permanente melancolía: el dolor de ya no ser.
Pero estuvieron ahí.
Y el hincha de la barra viene de un molde raro o inexistente. Porque tiene algún tinte futbolero, pero en la liturgia, no en los hechos. El barra de Echagüe no aprieta, no recibe favores, se organiza para viajar como puede, no provoca disturbios. Tiene gestos de barra brava, pero no acciones, porque habita una cancha de básquet y porque generalmente tampoco hay barras rivales. El barra de Echagüe es, de alguna manera, un barra solitario. Un tipo que va los días de partido, que se pone la camiseta y canta con lo que tiene, aunque muchas veces sienta con demasiada gravedad el eco de su voz en un estadio callado.
Pero si es cierto que Echagüe ha ofrecido a sus hinchas numerosas amarguras, también es verdad que siempre tiene un resto de heroísmo por mostrar, una historia sorpresiva por contar. Y de eso se hacen los mitos y las leyendas, también en el deporte, aunque no hayas ganado nunca. Aunque no hayas ganado nada.
Ahora, sin ir más lejos, el 17 de mayo, cuando la serie final de la conferencia Norte del TNA llegue al Luis Butta, como en un viaje imposible a través del tiempo, más de 3000 personas van llenar las gradas de este templo del básquet local y nacional también, porque ahí un 4 de julio de 1984 arrancó la Liga. Los hinchas van a cantar tan fuerte que va a retumbar en los alrededores y el ruido se va a escuchar por Pascual Palma, por 25 de mayo y también por Irigoyen. La barra va a ocupar el mismo espacio en la popular de calle Urquiza y tal vez en la proeza de esta campaña sume algún integrante que aguante también las difíciles.
Pero van a estar ahí. El barra va a estar ahí. Ese que es parte de la mitología de Echagüe, el club que soportó la Liga, todas las crisis, las amenazas de remate, los descensos, el olvido. Ese club, ese equipo, esa bandera, que otra vez ahora va a colmar su estadio, como antes, en el origen, cuando Hugo Borrás dirigía la barra en la tribuna, cuando estaba el Negro quemándose en vida, cuando cantaba András y todos los que siguieron. Hasta el día hoy.

Julián Stoppello, para "Entre Ríos Ahora".

Fotos: Bernardo Albisu

Con toda la expectativa puesta en Córdoba

#Echagüe visita a Barrio Parque, abriendo la serie Final de la Conferencia Norte.
El AEC y los de La Docta, que sorprendieron a todos al acceder a esta definición, se enfrentarán desde las 21 con el objetivo de dar el primer golpe. Santiago González es duda en el Negro por su esguince de tobillo y estaría solo el sábado.


Paraná, 16 de octubre de 2015, estadio Luis Butta. De un lado, Echagüe, con la ansiedad lógica que siempre significa un debut de temporada, conforme por el hecho de haber logrado mantener una base del plantel anterior, con la intriga de lo que podía llegar a dar su nuevo extranjero, De Angelo Kirkland, “la cuota de gol” que la mayoría en el ambiente coincidían que le faltaría al equipo.
Del otro, Barrio Parque, que llegaba golpeado al duelo después de una dura caída contra Unión, en Santa Fe (90-75), donde había tenido inconvenientes en su zona interna. Con un foráneo, Darrel Ward, que no había dejado conforme a su DT y se ya se hablaba de su posible reemplazo. De hecho solo jugó un partido más.
En la cancha, el AEC ganó por un agónico 68 a 67, defendiendo con uñas y dientes la última bola, con muchas dudas para el futuro. En fin… ¿Alguien pensaba que 7 meses después ambos estarían disputando la Final de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso?
Lo cierto es que esta noche, desde las 21, en el Teatro del Parque el AEC intentará cumplir una buena función en el primer punto de la serie que definirá no solo al campeón de la zona, sino también a uno de los finalistas que peleará mano a mano con el de la Sur por el tan ansiado paso a la Liga Nacional.
Echagüe y Barrio Parque se ganaron el respeto de todos y bien merecido tienen estar donde están. Los paranaenses, por ejemplo, han sido la sensación de 2016 con una racha de victorias notable, momento que supieron extender en los playoffs donde eliminaron a Salta Basket (3-1); el candidato San Isidro (3-2) y al segundo de la Fase Regular, Hindú de Resistencia (3-2); estas últimas dos con desventaja deportiva.
Los cordobeses, en tanto, con el pase directo a los Cuartos de Final después de haber terminado cuartos, se sacaron de encima al siempre complicado Unión de Santa Fe (3-2) y nada más y nada menos que a Villa Ángela Basket (3-2), el mejor del grupo, hasta aquí.
O sea, nadie puede discutir que hicieron mérito para vivir este presente.

PALABRA DE CAPITÁN.
“Barrio Parque tiene características parecidas a nosotros, les gusta defender mucho y jugar de contraataque, y tienen la filosofía de dureza defensiva. Me lo imagino parecido al último partido acá en Echagüe, donde, si bien ganamos, fue un juego de alto voltaje en la intensidad defensiva. En esta serie no va a ser una excepción”. Así opinó Santiago González sobre lo que se viene. En declaraciones para la web de la AdC, el capitán del AEC también reconoció que lo sorprendió la clasificación de Barrio Parque. “La verdad que sí. Aunque creo que no me sorprendió que ganara Barrio Parque el último. Me sorprendió de que llegaran a un quinto partido. Esa fue la sorpresa. El quinto partido es para cualquiera, si bien la localía era de Hindú y Villa Ángela y tenían la obligación de cerrar, creo que cualquiera de los dos estaba capacitados para ganar. Parque demostró que está en un gran momento, en un gran nivel, el hecho de no tener al americano Brian Craig -dejó el equipo en la serie contra el Tatengue- potenció al resto. Ellos llegan con la misma confianza y el mismo deseo que nosotros, es un cruce inesperado. Villa Ángela e Hindú habían hecho una gran Fase Regular. En el playoffs nos tocó estar mejor a nosotros y a Parque. Así que creo que va a ser una serie muy cerrada”.
En esta temporada, los entrerrianos vencieron en tres de las cuatro veces que se enfrentaron a Barrio Parque. Al respecto, “el partido que más me acuerdo contra ellos fue el último acá en Paraná (76-67), donde no había respiro, se jugaba con una intensidad muy alta. Insisto, tienen características parecidas a nosotros, les gusta defender mucho y jugar de contraataque, y tienen la filosofía de dureza defensiva”, recordó el pivote, quien para lo que viene se imagina un duelo “parecido al último partido acá en Echagüe, donde, si bien ganamos, fue un juego de alto voltaje en la intensidad defensiva. En esta serie no va a ser una excepción”, sentenció el interno que está en duda para el choque de esta noche ya que se sigue recuperando de su esguince de tobillo izquierdo y la idea es apuntar a contar con sus servicios para el segundo match. A propósito de esto, González trabajará en un gimnasio de Córdoba para continuar con su evolución.
Vale recordar que otra ficha interna del AEC, la del juvenil Nicolás Rufer, también está entre algodones, ya que el ala pivote se fracturó el dedo meñique de su mano derecha practicando con la Primera División local y, por tal motivo, si bien no está enyesado si utiliza una férula.
El resto del plantel goza de buena salud y ayer, tras cinco horas de viaje y armar su bunker en un hotel en plena peatonal cordobesa, se trasladó al estadio de Barrio Parque para entrenarse.

LA VISIÓN DEL DT.
Alejandro Lotterio, entrenador de Barrio Parque, habló de Echagüe y consideró que el rival “es un poco más fuerte que el que dejaron en el camino porque lo vemos un poco mejor para la final. Ahora sabemos que tenemos un rival duro, en esa instancia nadie está por casualidad, están porque su juego es bueno. Vamos a seguir pensado y luchando por nosotros, por lo que queremos lograr nosotros”.
Asimismo, hizo hincapié en lo que significó para sus dirigidos la salida de Brian Craig y la forma en la que estos respondieron. “La verdad es que uno cuando tiene una baja tan importante, como jugar sin extranjero, siempre le cuesta pensar que el equipo puede superar esa instancia. Pero tienen mucho mérito de esto también los jugadores porque cada uno lo dejó de lado rápidamente y se puso al servicio del equipo sabiendo que faltaba una pieza. Cada uno puso un poco más y se puso más atento para suplir la ausencia, así seguimos creciendo y supimos resolver situaciones importantes con nuestros jugadores. Los juveniles también estuvieron a la altura de las circunstancias porque entrenaron para eso. Así que en buena hora que hayamos podido complementar eso para estar en la instancia que estamos”.

TRES DE TRES
Los árbitros

Ariel Rosas, Sebastián Vasallo y Javier Sánchez serán los árbitros que impartirán justicia esta noche, mientras que Mario Donda, el Comisionado Técnico. Para el juego del sábado, en tanto, los jueces designados son Pablo Leyton, Héctor Wasinger y Alberto Ponzo, y José Albert el CT. Ambos empezarán a las 21.

La hinchada
La directiva de Barrio Parque destinó, en principio, 80 plateas a un costo de 100 pesos cada una para aquellos hinchas de Echagüe que asistan al partido. En este sentido, además de la buena cantidad de público que se estima irá en sus autos particulares, también la Barra Aníbal Sánchez, como de costumbre, puso a disposición un micro que saldrá hoy rumbo a La Docta. Aquellos interesados, comunicarse al 0343-155010874.

Santiago Reutemann, para El Diario.
Foto: Bernardo Albisu

miércoles, 11 de mayo de 2016

“Contra Parque es un cruce inesperado”

#Echagüe dio vuelta la serie ante Hindú y clasificó a la final de la Conferencia Norte. En la previa del playoffs ante Barrio Parque, Santiago González dijo: "Va a ser una serie muy cerrada".


¿Con qué sentimientos se encontraron cuando se dieron cuenta que habían ganado y dado vuelta la serie?
Los sentimientos que tuvimos fueron de mucha emoción, mucha alegría, mucha felicidad. La verdad es que este grupo pasó por tantas malas durante el año y ahora pasar a una final es como que estás en un sueño, todavía no podemos ver la realidad ni poner los pies en la tierra. Sabíamos que podía ser un juego para cualquiera, pero la verdad de que el hecho de la pelota de Nash entró, siendo él que no había tenido un rol tan protagónico, parecía un cuento, una historia que ya estaba escrita pero que no la conocíamos. Es raro.

Justamente, en una nota al comienzo de los playoffs, cuando Nash recién se sumaba, me dijiste que el juego no se iba a basar en él porque “era uno más”. ¿Pero cuán importante fue en el último triple ante Hindú? ¿Sabías que no había metido ni uno en toda la serie?

Es como que tenía que ser él, era el jugador al que toda la gente, nosotros, el contrario, el que menos pensábamos que iba a tomar una decisión, verdaderamente por su rol en el equipo en la serie. En hora buena de que tiró y entró. Le preguntamos qué sintió y dijo “yo la agarré y tiré”. Ese desentendimiento hizo que estuviera tan tranquilo en un momento así, de tanto nerviosismo.

¿Cómo viviste ese último partido ante Hindú?

El último partido fue un partido parejo como lo fueron todos, donde la diferencia era muy chica. Era muy de a quién le caía el rebote, si entraba la pelota o no. Todos los juegos se dieron igual, salvo el segundo y el tercero que se cerraron unos minutos antes, después todos fueron una fotocopia, con un rival muy duro, con cualquiera de los dos que pasara que se lo iba a tener merecido. Una serie muy reñida, sin diferencias. Por suerte la última bola entró y nos tocó a nosotros. Ahora felices y descansando un poco.

¿Quedaron bien desde lo físico?

Yo tengo un esguince de tobillo de grado dos. Ahora tratando de recuperarme con doble y triple turno de kinesiología. Por suerte no es nada óseo. Vamos a hacer todo lo posible para llegar al jueves.

¿Te sorprendió también cuando te enteraste que jugaban contra Barrio Parque en la final?

La verdad que sí. Aunque creo que no me sorprendió que ganara Barrio Parque el último. Me sorprendió de que llegaran a un quinto partido. Esa fue la sorpresa. El quinto partido es para cualquiera, si bien la localía era de Hindú y Villa Ángela y tenían la obligación de cerrar, creo que cualquiera de los dos estaba capacitados para ganar. Parque demostró que está en un gran momento, en un gran nivel, el hecho de no tener al americano Brian Craig potenció al resto. Ellos llegan con la misma confianza y el mismo deseo que nosotros, es un cruce inesperado. Villa Ángela e Hindú habían hecho una gran fase regular. En el playoffs nos tocó estar mejor a nosotros y a Parque. Así que creo que va a ser una serie muy cerrada.

¿Cómo te imáginás la serie contra ellos luego de haber terminado 3-1 en la fase regular?

El partido que más me acuerdo contra ellos fue el último partido acá en Paraná, donde no había respiro, se jugaba con una intensidad muy muy alta. Tienen características parecidas a nosotros, les gusta defender mucho y jugar de contraataque, y tienen la filosofía de dureza defensiva. Me lo imagino parecido al último partido acá en Echague, donde, si bien ganamos, fue un juego de alto voltaje en la intensidad defensiva. En esta serie no va a ser una excepción.

Ahora van por todo…

Lógicamente, al estar acá y los chicos de Barrio Parque también lo deben pensar. El estar en este lugar ahora uno es normal que sueñe ir por más, pasa totalmente por la cabeza de uno y por la cabeza de todos. La gente está muy emocionada y muy entusiasmada. Hoy todavía vamos a descansar un rato y a partir de las próximas horas empezaremos a pensar en la próxima serie final de conferencia sin adelantarse a los que puede llegar a ser una final por el ascenso. Falta mucho camino por delante. Todos somos candidatos ahora al ascenso, no hay un privilegio de uno sobre el otro, los cuatro merecen ascender. Llegar a una instancia así, cada equipo tiene fundamentos para lograr un ascenso.

Prensa AdC.
Foto: Bernardo Albisu

lunes, 9 de mayo de 2016

“El triple de Nash estaba escrito en un libro que no conocíamos ni esperábamos”

Lisandro Ruiz Moreno y la clasificación de Echagüe a la Final de la Conferencia Norte.
Tras la pareja serie con Hindú de Resistencia que se definió con un bombazo del extranjero, Licha no dudó en decir: “Jugamos bien cuando había que jugar bien y pusimos de lo otro cuando había que ponerlo”. Por su parte, Santiago González está complicado con su lesión.


Es domingo y después de semejante noche y un largo viaje para volver a casa, Lisandro Ruiz Moreno descansa pero, como de costumbre, siempre tiene un tiempo para atender a la prensa. Como cuando era juvenil o ahora en este gran momento, nunca hubo diferencias.
Asimismo, aparte de responder algunas preguntas, Licha aprovecha para pasar su rato libre con sus seres queridos o, mejor dicho, con alguien muy especial. “Estoy con mi novia (Gina) que hace unos días no nos vemos, y bajando un poco las revoluciones”, contó el escolta a EL DIARIO, en un día “ideal para ver Netflix. Estoy a full con Homeland y Vikings” (risas).
Todos hablan del 79-76 ante Hindú, en Resistencia, resultado que le permitió a Echagüe meterse en la Final de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso. Inclusive, en la era de las comunicaciones, con aquellos afectos que están lejos también hubo contacto para seguir con el tema. “Con mi familia siempre hay. Mis viejos están fuera del país (España) y se pusieron la alarma a las tres de la mañana para ver el partido” aseguró Lisandro, quien consideró que ellos son su “verdadero equipo”, sin olvidarse de su hermano, el gran Leopoldo Ruiz Moreno que “esta muy contento por mí pero también por Echagüe y la ciudad”.


-¿Son conscientes de lo que consiguieron? ¿Están con Echagüe en una Final?
-(Risas) Suena medio raro porque generalmente no se nos daba hasta instancias finales del torneo, pero creéme que somos muy conscientes de donde estamos, de lo que hicimos y de los que ojalá resta por hacer.

-Personalmente, ¿cómo lo estás viviendo? A diferencia de los demás jugadores del plantel sos de las inferiores del club y sabes cuanto se esperaba por un presente así.
-Principalmente con mucha alegría. Finalmente hemos podido tener un año competitivo con el plantel profesional, contagiado a la gente y poniendo a Echagüe en boca de todos. Sabía que en algún momento iba a darse y, te repito, estoy muy contento de estar formando parte de ese equipo y de este momento.

-Tremenda serie la que jugaron con Hindú, pareja por donde se la mire pero… ¿Qué tuvieron de más para pasar ustedes?
-Es difícil decir qué tuvimos que ellos no cuando todos los partidos fueron de los más parejos que hemos jugado, pero creo que es clave destacar nuestra capacidad de revertir momentos malos, de sostener nuestra filosofía de juego independientemente de lo que indicaba el tablero en ese momento. Jugamos bien cuando había que jugar bien y pusimos de lo otro cuando había que ponerlo.

-Del último triunfo, dos momentos: El primero, cuando salió Santiago González lesionado, ¿pensaron lo peor?
-Y… fue un momento delicado porque decir lo que significa Santiago para nosotros es obvio. Igualmente, sirvió para que Nash entienda que tenía que jugar y aportar, que lo íbamos a necesitar. Después, Santiago jugó igual porque tiene el corazón más grande que la inflamación del tobillo (Risas). (Ver recuadro)

-Y el segundo momento, el triple de Nash que no solo sirvió para clasificar sino también para que él gane confianza, vital para lo que sigue.
-El triple de Nash evidentemente estaba escrito en un libro que no conocíamos ni esperábamos. Pero sin dudas que fue de lo más festejado en el año. Nos alegramos por él y por nosotros, que siempre estamos intentando sumarlo y que se sienta parte. Ojalá sea esto una señal para que se adapte finalmente y pueda jugar esos 15 o 20 minutos de calidad que tanto necesitamos.

-El nuevo hit "Nash, Nash, Nash, Nash" habrá sido el más cantado en el viaje de vuelta.
-(Risas) Sí, cada vez que había una pausa lo cantábamos. Me alegro haya tenido un buen partido, no es fácil llegar a un equipo armado y con poco lugar para jugar. Le y nos toco en el mejor momento su aparición.

-Otro gran momento, cómo debía ser, pudieron celebrar la victoria con su gente. Una locura todo lo que pasó en la previa al respecto (En principio se iba a jugar sin público visitante).
-Sí, la previa fue muy rara. Sinceramente nos mantuvimos al margen pero nos alegramos que la gente que tenía programado el viaje finalmente pudo hacerlo porque creo que el festejo final de todos juntos hizo que valieran la pena todos los kilómetros que hicieron.

-Pensando en lo que viene, se puede decir que anímicamente Barrio Parque también llega igual que Echagüe, ellos también dieron un batacazo al superar al “uno”, Villa Ángela Basket.
-Sí, ellos deben estar igual que nosotros. Se han potenciado con la ausencia del extranjero y todos sus jugadores han levantado sus rendimientos individuales. No hay nada fácil en este TNA.

-A esta altura, ¿te animás a decir que son candidatos al ascenso?
-Y… ya quedan cuatro equipos y si no nos sentimos capacitados no entiendo para que seguiríamos compitiendo. Tenemos material y herramientas para pelear hasta el final, ninguno piensa de otra manera. Siempre respetando a los otros tres equipos, ellos son tan candidatos como nosotros.

Santiago Reutemann, para El Diario
Foto: Bernardo Albisu

jueves, 5 de mayo de 2016

Este equipo tiene… lo que hay que tener

#Echagüe venció 74-72 a Hindú y la semifinal se definirá el sábado, en Chaco, en quinto partido.
Luego de estar 17 puntos abajo, a pura defensa, garra y corazón el AEC revirtió la historia y le regaló a su gente, la que también cumplió un papel clave con su aliento, el triunfo y la chance de seguir más vivo que nunca.


Lo hizo. Costó, no hay dudas, y más que nunca. Pero se salió con la suya, empató la serie 2 a 2 y ahora la semifinal de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso se definirá el sábado, en Resistencia, en un quinto partido.
Luego de un mal primer tiempo, luego de estar abajo por 17 tantos, Echagüe recurrió a su defensa, a su garra, a su corazón, a una actitud distinta que lo llevó a quedarse con el triunfo en su casa por 74 a 72. Eso sí, no sin antes no sufrir hasta el último segundo.
DOMINADO.
Meter la bola al poste bajo fue casi imposible para Echagüe, ya que una cerrada defensa de Hindú complicó por demás esta opción, generando tiros incómodos. Asimismo, al margen de que la chance de descargar la pelota hacia el perímetro no se vio condicionada, esto tampoco le dio mucho rédito ya que los yerros fueron permanentes (4/11 en cancha con 1/5 de tres).
La confianza de la visita aumentó desde el primer minuto, la cual no solo se vio reflejada en el cuidado de su aro sino también en las ofensivas, donde la tarea de Kenneth Jones brilló de todas partes de la cancha. Así, los chaqueños se ubicaron a 1.40 del final del primer cuarto 20-7 arriba, con 13 tantos de su extranjero.
Dos pérdidas en los últimos segundos fueron el fiel reflejo de un inicio malo del AEC, que se retiró 11-24 al mini descanso.

CUESTA ARRIBA.
Las modificaciones que ensayó Ignacio Barsanti, los ingresos de
Matías Stival y un Jaron Nash más comprometido que otras veces, empezaron a insinuar un cambio (17-26). No obstante, Jones continuó siendo una verdadera pesadilla, junto a Pablo Moya, que también sobresalió (17-31).
El Negro intentó e intentó, y si bien con su foráneo no solo encontró gol sino cierta tranquilidad de saber que, finalmente, se podía contar con él, la notable eficacia de Hindú pesó más y así la visita arribó 15 arriba a los vestuarios (30-45 con 16/19 en dobles). La máxima llegó a ser de 17 (26-43).
OTRO EQUIPO.
Encontrarle la vuelta no solo a su defensa, sino también a la de los chaqueños, sería vital de cara al futuro del partido. Pero el AEC continuó complicado en ambos aspectos. Puntos cosechó más que nada desde la línea, aturdido contra las marcas intercaladas que dispuso Jerónimo Trezza para custodiar su canasto, y solo con eso no le bastó para acortar la brecha de 15 tantos que manejó la visita.
A falta de 3.10 para terminar el tercer chico, un triple de Carnovale dejó 43-54 el tanteador y trajo un clima esperanzador, el cual se potenció con las conversiones de Santiago González, el empuje de la gente, y un bombazo del pibe Eugenio Zustovich, para así terminar 50-57 el cuarto (AEC lo ganó 20 a 12).
Garra, corazón, actitud, defensa, todos los puntos que caracterizaron durante la temporada a esta versión de Echagüe se alinearon y se potenciaron en el último periodo en el que el AEC, en 2.09 minutos, con un parcial de 8-1, con volcada de Cabello incluida, logró empatar todo en 58 y, más tarde, con un triple de Ruiz Moreno pasar al frente por primera vez en la noche (61-58).
Zustovich cumplió un rol clave, su función: asfixiar con su marca a Nicolás Paletta, el único base de Hindú.
Obviamente, los de Resistencia nunca se entregaron a pesar del mal pasaje, y el juego siguió con su tanteador parejo.
Cuando la visita recuperó la ventaja (63-64), este renovado Echagüe siguió por el buen camino y con 2.01 por delante quedó 74-66.
Hindú amenazó con su efectividad desde la línea (74-72 a 42.7 segundos) y luego fue por más. Un robo entre Cabello y Torre le dio todo a los paranaenses para liquidar la historia pero, increíblemente, el base erró solo una bandeja.
Todos en el Butta se quedaron con el corazón en la boca y, a su vez, todos hicieron fuerza para defender la última pelota y así festejar, como se esperaba.

Santiago Reutemann, para El Diario.
Fotos: Bernardo Albisu

miércoles, 4 de mayo de 2016

Queda un pasaje a Resistencia

#Echagüe va por el empate frente a Hindú.
El AEC recibirá hoy a los chaqueños, desde las 21, y de ganar forzará un quinto y definitivo punto en la serie semifinal de la Conferencia Norte. De perder, quedará eliminado. Otro gran marco se espera esta noche en el estadio Luis Butta. El análisis en números.


Dos equipos parejos, un duelo cada vez más apasionante. Y sí, no por nada son las semifinales de Conferencia del Torneo Nacional de Ascenso y esto se palpita partido tras partido.
De un lado Hindú, que ya hizo su trabajo y llegó a Paraná con el 2-0 a su favor, sabiendo que en el peor de los casos tendrá la oportunidad de definir el pase en Resistencia, aunque no descarta hacerlo a domicilio.
Del otro Echagüe, que después de un durísimo partido también consiguió lo que necesitaba, descontar en el duelo y forzar un cuarto, para así mantener ilusionada a toda su gente, la que cada vez se hace sentir más.
Y hoy ambos volverán a ponerse cara a cara. Nuevamente en un Luis Butta colmado, de un lado estará el AEC, otra vez con la obligación de triunfar para seguir con vida. Del otro el Bólido Verde, queriendo y sabiendo que liquidar todo esta noche es posible.
Desde las 21, con Pablo Leyton, Alejandro Trias y Leandro Barotto como jueces, será la hora de la verdad.

ACUMULADAS.
Repasando los números que viene dejando el playoff, la efectividad en cancha ha sido pareja, aunque la diferencia está en los rubros. Es que si bien Hindú lanzó un 46% (87/189), contra un 44.8% de Echagüe (82/183), en dobles tiró menos pero convirtió más, un 58.4% producto de encestar 73 de los 125 que probó, ante un AEC que lleva un 48.9% con 63 de 129. Un elenco entrerriano que en su perímetro está mejor con un 35.1 % (19/54) frente al 21.9% de su adversario (14/64).
La labor desde la línea, esa que le permitió a los dirigidos por Ignacio Barsanti sentenciar la historia el último lunes también favorece al Negro: 76.8 % (53/69) vs. 73.9 (54/73).
A la hora de hablar del resto de las estadísticas, el paralelismo no deja de asombrar. En rebotes, Echagüe capturó una media de 36.4 por noche (9 en ataque y 27.4 en defensa), contra los 34 de Hindú (9.3 y 24.7).
En asistencias, AEC está arriba 13.7 a 12, mientras que las pérdidas dicen que los chaqueños rifan un balón menos por juego (11-12) y también recuperan apenas un poco más (7.7 a 7).
En cuanto al resultado, al score, hoy por hoy solamente un doble arriba está el conjunto de Jerónimo Trezza: 80.7 a 78.7.
Y si nos referimos a individualidades, lo de Santiago González sobresale del resto en el AEC. El pivote promedia 16 puntos y 14.7 rebotes, aunque también es para destacar lo de Agustín Carnovale -16 tantos- y Sebastián Cabello.
En la visita, lo de Kenneth Jones es superlativo. El extranjero demostró estar en un nivel superior y es prácticamente indefendible. Sus 27.7 unidades y 8.7 rebotes en la serie lo avalan. Sin dudas, está para otro nivel.

13
Partidos sin perder lleva Echagüe como local. Este plantel está a solo 3 de igualar su mejor racha histórica en el estadio Luis Butta.

Santiago Reutemann, para El Diario.
Foto: Bernardo Albisu

martes, 3 de mayo de 2016

Está vivito y coleando

#Echagüe le ganó a Hindú, como local, y descontó en la serie.
El AEC se impuso por 84 a 79 y ahora está 1-2 en la semifinal de la Conferencia Norte. El Negro sacó adelante un duelo complicado y mañana irá por el empate.


Echagüe entró bien en todas sus líneas (9-2). Tuvo buena conducción y efectividad en Gastón Torre; a un Lisandro Ruiz Moreno preocupado más por buscar el mejor pase que otra cosa, distribuyendo bien la pelota; una dupla interna con Sebastián Cabello y Santiago González que aportó puntos y en defensa complicó mucho a Pablo Moya y Kenneth Jones quien, igualmente, fiel a su estilo, cuando tuvo la más mínima libertad lastimó; y un Agustín Carnovale que vivió un parejo duelo defensivo con Fabián Elías Saad, siguiéndose a todos lados.
Así comenzó anoche el Negro el tercer punto de la serie semifinal de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso, el cual quedó en su poder tras imponerse por 84 a 79, lo que le permitió colocarse 1-2 en el playoffs y forzar un nuevo duelo, el cual se jugará mañana, a las 21, nuevamente en el estadio Luis Butta.
El AEC controló con total justicia el primer cuarto, al margen de que de Hindú se acomodó sobre el cierre, cuando Nicolás Paletta también dijo presente (25-24), reflejando en sus números una mejor efectividad con un 75% en cancha contra el 50% del local, haciendo la diferencia, principalmente, en el juego interno con (9/12 contra 9/17 del AEC).

ANTES DEL DESCANSO.
Con un Matías Stival encendido, Echagüe generó un parcial de 9-4 en la primera mitad del segundo período (34-28), para mantenerse arriba (7 puntos del base), mientras Jerónimo Trezza optó por el descanso de su extranjero -volvió en el cierre- y a la larga, con Franco Vietta en cancha logró emparejar el juego (36-35). Los paranaenses consiguieron salir del pozo y una distancia de 9 tantos (44-35) trajo algo de tranquilidad de cara a los terceros 10 minutos.
González (14 puntos y 8 rebotes), lo mejor de un AEC que acomodó sus porcentajes -lanzó un 57% en cancha en el cuarto- y dejó a su rival solo en 11 unidades.

SEGUNDO TIEMPO.
Ambos retornaron más picantes a la hora de la marca. Hubo mucho roce y un clima más caliente. En este sentido, Echagüe salió ganando ya que Jones se cargó de faltas y llegó a su cuarta. No obstante, el duelo no se salió del carril de la paridad. Eso sí, siempre con el AEC arriba, conservándose así con los goles de Carnovale, González y Ruiz Moreno, distancia que llegó a ser de 8 (58-50 y 61-53) y que los chaqueños acortaron en el final (61-55).
Hindú asustó en el inicio del último segmento, lapso en el que los apresuramientos llevaron a Echagüe a tomar malas determinaciones, las que se fueron corrigiendo con el correr del tiempo, máxime cuando Ruiz Moreno estuvo más paciente para, de su mano, poner 67-60 la historia.
A 5.45 del epílogo, un dos y uno de Cabello dejó al Negro 10 arriba (70-60). A pesar de la ventaja, el AEC no pudo dar el golpe letal y si bien manejó una distancia de entre 7 y 9 tantos, su rival lo tuvo a maltraer, sobre todo cuando Jones reapareció en su esplendor (75-72), beneficiándose de los errores locales que volvieron a asomar.
El sufrimiento parecía irse cuando Carnovale, a 30.9 segundos, convirtió un triple (80-74) que se disfrutó poco ya que un 3/3 de Coronel desde la línea dejó todo como estaba (80-77).
La noche se definió desde la línea (2/2 Cabello, 2/2 Jones, y 2/2 Ruiz Moreno), y recién ahí Echagüe pudo celebrar con toda su gente.

Santiago Reutemann, para El Diario
Fotos: Bernardo Albisu

lunes, 2 de mayo de 2016

Ganar en casa y ponerse a tiro

Interesante desafío se le presenta a Echagüe en el campeonato. Es cierto que está en una situación comprometida y que tropezar significa quedar eliminado, no obstante, tiene frente asimismo una real prueba de fuego, un de las tantas que ya enfrentó este equipo a lo largo de esta exigente temporada.
El elenco paranaense recibe esta noche a Hindú de Resistencia con la obligación de no fallar para permanecer con vida en el certamen. Se trata del tercer duelo de playoffs por la serie semifinal de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso, mano a mano que en este momento está 2-0 para los chaqueños. El pleito está programado para las 21 en el estadio Luis Butta, bajo el arbitraje de la dupla Cristian Alfaro-Pedro Hoyo.


EN FORMA.

A esta altura del torneo de nada sirve mirar para atrás y reprocharse de lo no conseguido. El AEC viajó a Resistencia con el objetivo de ganar, al menos, un partido como para revertir la desventaja deportiva. Estuvo muy cerca, en especial en el primer partido, el que perdió en suplementario. El segundo choque también estuvo cerca. No jugó bien pero hasta el tramo final estuvo con posibilidades.
Ahora, con la soga al cuelo, el equipo de Ignacio Barsanti deberá salir con todo en busca del triunfo. Lo necesita para limar la diferencia y forzar esta llave a un cuarto encuentro.
Como dijo el DT Barsanti al principio de este playoffs, la defensa seguirá siendo la clave como para controlar a un oponente que tiene muchas variantes como para lastimar. Pero eso no es todo, después deberá estar atento, lúcido y consciente como para imponerse en la otra zona. No puede permitirse un trabajo desparejo, y menos ante un rival que jugará sin la presión que sentirá el dueño de casa.
En el segundo choque, Echagüe trabajó bien atrás, pero tuvo problemas para convertir. Entonces, esa deficiencia le significó estar descompensado. Solo anotó 64 tantos, poco como para tratar de festejar en cancha ajena.
Hoy es otra historia. El 2-0 para Hindú es una realidad, pero cada juego es un capítulo diferente. Echagüe se la juega. Sabe de desafíos difíciles, complejos y complicados. Esta noche es uno más. Buscará superarlo como para volver a tomar envión.

El Diario.-