viernes, 13 de mayo de 2016

No hay nada que reprochar

Con bajas importantes, #Echagüe cayó 76-69 frente a Barrio Parque
Sin Santiago González (tobillo), con Jaron Nash lesionado a los 18 segundos y Nicolás Rufer jugando con un dedo fracturado, el AEC hizo demasiado anoche en el primer punto de la Final de la Conferencia Norte, pero no le alcanzó.


Si ya el panorama pintaba complicado sabiendo que Santiago González no sería parte del primer punto, ya que la idea es que se recupere bien para el segundo; ni hablar si de entrada nomás Jaron Nash se lesiona y no puede volver a la cancha, y encima otra de las opciones en el juego interno, Nicolás Rufer, debe ingresar a pesar de tener fracturado un dedo de la mano.
Con este panorama Echagüe inauguró anoche la serie Final de la Conferencia Norte del Torneo Nacional de Ascenso. Así y todo, el AEC dio pelea pero Barrio Parque no dejó pasar la chance de vencerlo. Fue por 76 a 69, para ponerse al frente en el duelo, el cual continuará mañana, desde las 21, cuando ambos se vuelvan a encontrar en el mismo escenario para la segunda historia de este playoffs.
MALA SUERTE Y TRIPLES. Tan solo 18 segundos pasaron en el reloj cuando en una corrida de Echagüe, tras un pase de Ruiz Moreno a Jaron Nash y antes de que éste pueda tomarlo, todo el banco visitante y los hinchas que llegaron desde Paraná se tomaron la cabeza al ver como el extranjero se dobló su tobillo derecho, con gestos de mucho dolor, motivo por el cual se fue rengueando, lo que terminó en el cambio por Julián Morales, quien entró bien, con un triple en su primer intento (3-5).
A Echagüe le costó meter la bola al poste bajo y solo pudo probar con lanzamientos de cuatro o cinco metros. No obstante, gracias a su concentración defensiva se mantuvo en ganancia (6-7) frente a un Barrio Parque que probó mucho desde el perímetro y por esta vía pasó al frente como al comienzo (9-7).
El duelo continuó bien parejo y el dueño de casa empezó a dañar cada vez más con Lautaro Rivata y Nicolás Lauría (14-10).
Los triples oportunos de Echagüe -con Ruiz Moreno y Carnovale- fueron vitales (16-16). Y por esta misma vía, Parque también hizo del juego una paridad absoluta, bien de una final (23-19).

MEJOR EL LOCAL.
Sin González, sin Nash que hizo algunos movimientos afuera pero su dolor le impidió volver. Así y todo Echagüe se las ingenió para continuar prendido, con un Morales en un gran nivel, con puntos, rebotes y, más tarde, un bombazo que puso a los paranaenses arriba (25-26).
El pibe Rufer tuvo su chance. “Si llega a pasar algo extremo que me toque entrar me lo encinto y juego como sea”, le dijo el juvenil en la semana a EL DIARIO, amargado tras haberse fracturado el dedo meñique de la mano derecha; y a Ignacio Barsanti no le quedó otra que mandarlo a la cancha.
Las conversiones desde afuera -ahora Matías Stival- fueron la principal arma ofensiva del Negro, que enfrente tuvo a un conjunto cordobés que pagó con la misma moneda, para así empezar a alejarse (38-29 a 2.46 minutos del entretiempo).
El AEC se encontró con un inspirado Lauría cada vez que quedó a tiro, o bien con los destacados pases de Fernando Titarelli, para no perder su cosecha (46-37).
Finalmente, al margen del 6/14 de tres del local contra el 7/12 de la visita, los de Alejandro Lotterio hicieron la diferencia en su juego interno, con un 11/17 y 19 rebotes, contra el 6/15 y 10 de los entrerrianos.

SE CAYÓ EN EL ÚLTIMO.
Estéfano Simondi le dio a Barrio Parque una brecha de 11 (48-37). Pero Morales confirmó que lo hecho en la primera mitad no había sido casualidad, tomó la posta en el goleo junto a Ruiz Moreno y con su eficacia desde los 6.75 metros trajo buenas energías para un Echagüe que, a falta de 3.56 para llegar al último cuarto, con un parcial de 13 a 4, metió presión (52-50).
Justamente, Barsanti apostó a asfixiar la salida con Eugenio Zustovich y Stival. Llegar bien al cuarto final sería fundamental, y los paranaenses lo cumplieron con creces, tan solo cuatro tantos abajo (58-54), después de haber igualado en 54.
Tanto probó desde afuera que, a la larga, los triples que marró al empezar el período final fueron quedando en el olvido cuando la pelota comenzó a entrar. De esta forma, Barrio Parque abrió el camino para sacar una máxima de 14 (73-59), con mucho por delante y frente a un Echagüe complicado a la hora de generar sus chances de gol, algo que continuaría hasta el epílogo, al margen de que, con 29 segundos, el AEC llegó a estar a solo seis de distancia (75-69). No hubo tiempo para más.

TRES DE TRES
A LA CANCHA
El plantel de Echagüe partió desde el hotel hacia el estadio a las 18.45. En Córdoba, la delegación, que viajó en colectivo, se maneja en una combi de la misma empresa. Sobre la hora, antes de salir para la cancha, al bunker arribó Santiago González, quien está realizando una gran recuperación de su esguince de tobillo izquierdo, con sesiones de gimnasio y kinesiología que la dirigencia contrató de manera acertada para que el capitán esté cuanto antes a disposición del equipo.

UN CAPITÁN DISTINTO

En el calentamiento previo, ver a Santiago González de pantalones largo llamó la atención. Sabido era que el pivote estaba en duda para el partido de anoche y todo apunta a que llegue bien al duelo de mañana. A pesar de ello, el capitán se encargó de pasarle la pelota a sus compañeros y no paró de alentarlos desde el banco de suplentes. Situación rara teniendo en cuenta que, hasta aquí, el santafesino había estado en los 49 encuentros del AEC.

SIEMPRE PRESENTE
Banderas, papelitos, aliento, mucho aliento. Los hinchas de Echagüe se hicieron sentir, detrás del banco de suplentes visitante. La Barra Aníbal Sánchez, durante gran parte del juego prácticamente hizo pensar que su equipo estaba jugando en casa, ya que los cánticos locales recién se empezaron a escucharse desde el segundo tiempo. Unas 70 personas arribaron desde Paraná y en total no hubo más de 400 en todo el estadio.

Santiago Reutemann, para El Diario
Foto: Prensa Barrio Parque

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