Nocedal, decisivo en la victoria de #Echagüe sobre Instituto, habló del equipo y del buen arranque.
El ahora escolta convirtió el doble con el cual el elenco paranaense sumó un nuevo e importante triunfo en este inicio del torneo. El AEC está invicto en la zona Norte y es la grata sensación del certamen.
No había tenido una gran noche, de hecho se había mostrado errático, dubitativo y poco trascendente en el juego. No obstante, el partido le tenía preparado un momento sublime, el cual él supo aprovecharlo como para transformarse en el héroe del encuentro.
Matías Nocedal no solo hizo el agónico doble con el cual Echagüe superó a Instituto de Córdoba, sino además, fue el hombre determinante en el momento más caliente el pleito.
De ser un elemento más pasó a ser el jugador más desequilibrante. Todo en un abrir y cerrar de ojos. El DT Daniel Maffei lo devolvió a cancha faltando 7’46’’ para terminar el juego. Y él edificó una gran labor: en ese tiempo convirtió 16 puntos, clave para darle a su equipo soluciones que terminaron siendo definitorias.
Echagüe volvió a ganar, sumó su tercer triunfo seguido y está invicto. Desde ya, cuenta con un arranque de torneo sumamente alentador. Nocedal se entusiasma, aunque pone un freno y habla de compromisos.
-Sorprendieron con un gran inicio de temporada. Y no solo por los triunfos, sino porque además han dejado una saludable imagen.
-Si, desde ya que en este arranque sorprendimos a propios y extraños. Y está bueno que así sea. Con estos resultados y las buenas actuaciones los rivales nos van a prestar mayor atención y por ende van a ser cada vez más difíciles. De ahora en más no creo que vengan a Paraná confiados de que se van a llevar algo sin tener que sacrificarse. Y desde ya, lo exigente que serán los rivales tendrá que ser un gran desafío para nosotros, para estar más preparados.
-Con Instituto jugaron sin Bachynski y sin Uranga, y en la previa parecía casi imposible ganar. La actitud y la concentración fueron determinantes para lograr el objetivo.
-Nosotros sabemos que jugando en equipo vamos a suplir muchas de las falencias que tenemos. Ante las ausencias hubo chicos que tuvieron más minutos de lo normal, y el trabajo de ellos, como el de todos, ha sido muy bueno. Eso entusiasma y da aliento. La Liga es muy larga y desgastante, entonces, saber que se puede contar con todos los compañeros es un empujón importante.
-¿Qué tiene este Echagüe para haber alcanzado tres muy buenas victorias?
-Mucha actitud y muchísima concentración. Y un compromiso enorme de un grupo con grandes compañeros, que se apoyan y que dan pelea a partir de la unión. Podemos jugar bien o no tanto, pero lo hacemos con compromiso. Hay cosas por mejorar, eso lo sabemos. No nos creemos nada porque sabemos de nuestra realidad y nuestras limitaciones.
-Lindo mensaje para los rivales. Echagüe es el equipo de menor presupuesto pero no así de intenciones y anhelos.
-Desde ya. Es verdad que los rivales ahora nos van a mirar de otra manera, igual, nosotros debemos seguir trabajando, corrigiendo y mejorando. Fecha a fecha se va a poner cada vez más difícil. Por eso habrá que estar cada vez más firmes.
ALGO PERSONAL.
-La primera pelota que tomaste en el partido, tiraste un triple a la carrera. Te apresuraste, pero también mostraste la confianza que hay para jugar.
-Si, es cierto. Todos estamos con mucha confianza. Mucho tiene que ver el entrenador, que nos entrega esa confianza como para querer hacer cosas dentro del campo de juego. En cierta manera, lo de tirar tiros rápidos en una manera de jugar. Acá nadie va a dudar si tiene un espacio para lanzar.
-Tuviste tres cuartos poco eficaz, pero fuiste decisivo en el último tramo. Una noche rara.
-Me costó entrar en juego durante el partido. En gran parte no me sentí cómodo, todo me costó. No estaba leyendo bien las jugadas como para poder anotar. Al final, cuando el partido se hizo más caliente, tomé confianza y pude aportar cosas al equipo. Por suerte salió todo redondo.
-Vamos a la definición. Última jugada: triple de De Groat, empate y qué.
-Apenas metió el triple De Groat miré el tablero y vi que quedaban siete segundos. Había tiempo como para tener una chance más. Cuando avancé con la pelota sabía que no me podían cometer faltas porque sino iba a ir a la línea, entonces decidí jugármela. Por suerte entró. Fue una alegría grande.
Pablo Rochi, para El Diario
Foto: Bernardo Albisu
No hay comentarios:
Publicar un comentario