#Echagüe cayó anoche por 95 a 77, en el Luis Butta, y perdió su invicto en la Conferencia Norte
Hizo un buen primer cuarto, pero a partir del segundo #SanMartín sacó a relucir todo su potencial y el AEC, que si bien tuvo el debut de Dallin Bachynski nada pudo hacer.
Enfrentar a un equipo plagado de figuras, dentro y fuera de la cancha, y que encima logra destacarse por su juego colectivo, con grandes variantes en la pintura o el perímetro; en definitiva, un candidato a pelear por el título, hacían suponer que Echagüe la tendría más que complicada anoche ante San Martín de Corrientes en su cuarta presentación en la Liga Nacional 2016/17.
Por si fuera poco, si bien Dallin Bachynski, su ficha más alta (2.13), pudo hacer su debut tras la lesión de su tobillo; no contar nuevamente con su goleador, Sebastián Uranga (desgarro), complicaba aún más las expectativas. No obstante, así y todo intentó con su actitud, ya una marca registrada, salir lo más airoso posible, pero se chocó con una realidad con la que, seguramente, volverá a toparse a medida que avance la campaña.
El AEC cayó anoche en su estadio por 95 a 77, dejó su invicto en la Conferencia Norte y la próxima semana irá por primera vez a la ruta con destino a Corrientes y Formosa.
SOLO EL PRIMER CUARTO.
Con su concentración defensiva el AEC complicó a San Martín, impidiéndole que la pelota llegue al poste bajo. Igualmente, la visita contrarrestó bien con una defensa 2-3 que anuló los circuitos ofensivos del Negro, que de estar 8-2 arriba pasó a verse abajo por 4 (8-12), con Juan Pablo Cantero como protagonista.
A 4.30 para terminar el cuarto, Bachynski hizo su debut para los entrerrianos con un doble, para empardar la historia en 12.
La sociedad entre Joaquín Baeza y Franco Barroso amago con aparecer y en caso de no poder concretar el interno descargó bien al perímetro, por donde no solo Matías Nocedal convirtió ya que, en este caso, fue Brandon Davis quien volvió a dejar al local en ganancia (17-15).
El AEC jugó un destacado primer período ante un rival muy superior en nombres que supo controlar, inclusive, con las variantes que llegaron desde el banco (19-18).
Echagüe retornó bien tras el mini descanso (23-18). Sin embargo, San Martín es de esos equipos que en pocos segundos pueden cambiar todo y así fue como con una ráfaga, con Damián Tintorelli a la cabeza y Leonardo Mainoldi, generó un parcial de 7-0 para que, una vez más, el tanteador cambie de dueño (23-25), una constante hasta aquí.
Reynaldo García también apareció, de tres y penetrando, dejando en evidencia, aun más, las fisuras defensivas que el AEC empezó a tener en la pintura. Esto, sumado a que en ataque apuró los caminos para encestar y perdió pelotas, llevó a los de Sebastián González a escaparse a 11 a 3.58 minutos para el entretiempo (28-39), con un Tinto imparable.
Carlos Buemo rompió la sequía con un bombazo (31-39), pero lo de los correntinos continuó en aumento, con la confianza por las nubes y cerrando el primer tiempo en un alto nivel (31-46), con un tremendo segundo cuarto (12-28).
NADA QUE HACER.
Al margen de regresar más sólido en defensa, en ataque a Echagüe le tomaron la mano, sobre todo marcándole bien la cortina a la pelota, una de las principales virtudes en el conjunto de Daniel Maffei. Encima, las chances desde los 6.75 fueron más las falladas que convertidas, y así se hizo difícil.
Luego de estar abajo por 17 (31-48), el AEC, con más arremetidas que otra cosa, amagó a descontar, aunque los triples de Cantero y García, aprovechando las libertades para hacerlo, lo frenaron (41-58). Y ni hablar cuando Jeremiah Wood no mermó su rendimiento.
Antes de terminar el cuarto, San Martín sacó 20 (44-64) y luego estiró a 28 (63-91), ya en los en los últimos 10 minutos, los que solamente terminaron sirviendo para decorar el resultado ya que con la garra y el corazón al AEC no le alcanzó para buscar el milagro. Igualmente, nada empañará su gran inicio de temporada. Eso sí, deberá tomar nota para intentar mejorar ante estos rivales de semejante envergadura.
Santiago Reutemann, para El Diario
Foto: Bernardo Albisu
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