Echagüe visita hoy a Monte Hermoso, desde las 21. El plantel paranaense trabajó, entrenó y planificó el tercer punto de estos octavos de final que se jugará en el Polideportivo Municipal, con Pedro Hoyo y Enrique Cáceres como jueces.
Pasadas las 22 del martes 1 de abril, 10 esperanzas que le darán rodaje a esta serie de Playoffs del Torneo Nacional de Ascenso se subieron al colectivo de la ilusión que trasladó a la delegación del Atlético Echagüe Club con destino hacia el sur de la provincia de Buenos Aires.
Es que los jugadores del Negro perjuraron tomar revancha de aquella fatídica noche en la que Monte Hermoso abrió la llave de los octavos de final y fue el primero en dar el paso hacia el camino de cuartos (75-82).
Pero pasado el mediodía de ayer, el equipo bajo las órdenes de Sebastián Uranga puso pie firme en la localidad de Monte Hermoso y, sin desventajas ya sobre el elenco rojo (están 1 a 1 tras el triunfo del lunes por 81 a 69), el AEC quiere dar el zarpazo que le permita aventajarse en el tercer punto y por qué no, soñar con liquidar la serie.
Pero claro, como alguna vez fue frase conocida, “paso a paso” es el andar que hay que transcurrir en estas instancias del TNA, sin soñar el futuro y sí vivir despierto el presente. Y si no pregúntenle al propio Echagüe, quien viendo cerca ya el segundo juego en su casa, estando al frente, vio cómo la cima quedó lejos del Monte y la serie ya no fue para nada Hermosa.
EL PERIPLO.
Poco más de 13 horas tuvo que transitar en micro la delegación de Echagüe para separar el punto de salida desde Paraná, con la llegada en la ciudad de Monte Hermoso. El viaje tuvo de todo. Charlas por un lado, películas por el otro, música y hasta juegos de azar, fueron los acompañantes de las primeras horas de tránsito. Claro, eso en la parte superior donde los basquetbolistas descansaban.
Pero en la parte inferior del micro de la empresa de viajes que traslada al AEC, estuvo el cuerpo técnico comandado por Sebastián Uranga, quien poco tiempo perdió y ya pasando el túnel, comenzó a dialogar con su asistente (Ignacio Barsanti), sobre las claves que puede tener este tercer punto de Playoff que se jugará hoy, desde las 21, con el arbitraje de Pedro Hoyo y Enrique Cáceres.
Ya en la capital santafesina, el ómnibus se detuvo en pleno Boulevard Pellegrini para recoger a Iván Antoniuk, quien formó parte del equipo de la Primera local que derrotó a Gimnasia y Esgrima por el Torneo Dos Orillas.
Desde allí, las nubes se apoderaron de la luna y la noche. Las horas pasaron y la lluvia llegó. Por momentos de manera intensa y por otras tenues, aunque el clima cambió y bastante. Entrada la mañana aparecieron algunos rayos de sol, aunque rápidamente los nubarrones se encargaron de apagarlos.
Lentamente los jugadores comenzaron a despertarse, caminar y aflojar las horas del periplo, ante la complejidad que siempre significa el traslado de los mismos en micro. El desayuno llegó, al igual que el punto final de traslado aunque claro, siempre con algún obstáculo, como el que significó atrasar una hora y 100 kilómetros más la llegada.
FIN DE UN LARGO CAMINO.
Ya en tierras bonaerenses, luego del paso inesperado por Bahía Blanca, la delegación del Negro arribó al Hotel América. El equipo bajó, se instaló en su búnker dejando sus pertenencias pasado el mediodía, para luego dirigirse a almorzar. Tras la comida y un paseo por las playas de la ciudad balnearia, los basquetbolistas descansaron en sus habitaciones, a la espera de comenzar a trabajar en su primer objetivo: el tercer punto.
LLEGÓ LA TARDE.
Algunos optaron por la televisión, sobre todo los futboleros del plantel quienes observaron encuentros del fútbol argentino y otros de Champion League, otros por pequeños paseos, o simplemente la siesta.
Pasadas las 18 la merienda encontró al grupo. Tras el refrigerio el equipo aprontó sus pertenencias para trasladarse horas más tarde al Polideportivo Municipal -estadio donde hace las veces de local Monte Hermoso Basket- donde se cruzó con su adversario quien salía de entrenarse.
Con una entrada en calor a cargo del preparador físico Roberto Pulido, Echagüe inició su anteúltimo ensayo (hoy se prevén algunos movimientos más). Luego llegó la hora de hacer picar la Americana y, con el comando de Uranga y compañía, los Players trabajaron en aspectos tácticos de ataque y defensa, con la intención de vulnerar a su rival en ofensiva y contrarrestar los embates del adversario en defensa.
ANALIZANDO LA SERIE.
En la tarde de ayer, con una intensa lluvia y el frío que se hizo dueño del clima, Omar Cantón dejó sus impresiones de esta serie empardada entre Echagüe y Monte Hermoso. “Fueron dos juegos que tendríamos que haber ganado y no lo hicimos y por eso se encuentra cerrada. Todavía no está para nadie pero venimos muy confiados, sabemos que tenemos material y que jugando de visitante nos sentimos bien”.
En cuanto a su producción personal, tanto en el partido del sábado como el del lunes, juegos duros y de mucho roce, el interno, quien ayer adujo un dolor en el ciático, expresó: “Los dos partidos fueron batallas bravas, ellos son un equipo largo, en el partido del sábado me costó mucho llegar al final, y ya en el segundo encuentro rotamos el equipo, los chicos ingresaron e hicieron un trabajo excelente, tuvimos muchos minutos en el banco sin necesidad de entrar porque la verdad, había una ventaja que no solo la mantuvieron sino que la incrementaron, y sólo restó que ingresemos en el final para cerrar el cotejo a nuestro favor”.
Sacar una diferencia de arranque y mantenerla, ése es el objetivo. “Intentaremos hacer lo mismo de los encuentros anteriores, sabemos que los Playoffs son partidos diferentes, no sabemos cómo puede darse, pero la idea es seguir por el mismo camino, hacer lo mismo que los encuentros anteriores y que tengamos esa rotación necesaria y tranquilizadora para llegar al final cerrando a nuestro favor”, concluyó diciendo el rosarino, motivado y animado para lo que viene.
Es que los jugadores del Negro perjuraron tomar revancha de aquella fatídica noche en la que Monte Hermoso abrió la llave de los octavos de final y fue el primero en dar el paso hacia el camino de cuartos (75-82).
Pero pasado el mediodía de ayer, el equipo bajo las órdenes de Sebastián Uranga puso pie firme en la localidad de Monte Hermoso y, sin desventajas ya sobre el elenco rojo (están 1 a 1 tras el triunfo del lunes por 81 a 69), el AEC quiere dar el zarpazo que le permita aventajarse en el tercer punto y por qué no, soñar con liquidar la serie.
Pero claro, como alguna vez fue frase conocida, “paso a paso” es el andar que hay que transcurrir en estas instancias del TNA, sin soñar el futuro y sí vivir despierto el presente. Y si no pregúntenle al propio Echagüe, quien viendo cerca ya el segundo juego en su casa, estando al frente, vio cómo la cima quedó lejos del Monte y la serie ya no fue para nada Hermosa.
EL PERIPLO.
Poco más de 13 horas tuvo que transitar en micro la delegación de Echagüe para separar el punto de salida desde Paraná, con la llegada en la ciudad de Monte Hermoso. El viaje tuvo de todo. Charlas por un lado, películas por el otro, música y hasta juegos de azar, fueron los acompañantes de las primeras horas de tránsito. Claro, eso en la parte superior donde los basquetbolistas descansaban.
Pero en la parte inferior del micro de la empresa de viajes que traslada al AEC, estuvo el cuerpo técnico comandado por Sebastián Uranga, quien poco tiempo perdió y ya pasando el túnel, comenzó a dialogar con su asistente (Ignacio Barsanti), sobre las claves que puede tener este tercer punto de Playoff que se jugará hoy, desde las 21, con el arbitraje de Pedro Hoyo y Enrique Cáceres.
Ya en la capital santafesina, el ómnibus se detuvo en pleno Boulevard Pellegrini para recoger a Iván Antoniuk, quien formó parte del equipo de la Primera local que derrotó a Gimnasia y Esgrima por el Torneo Dos Orillas.
Desde allí, las nubes se apoderaron de la luna y la noche. Las horas pasaron y la lluvia llegó. Por momentos de manera intensa y por otras tenues, aunque el clima cambió y bastante. Entrada la mañana aparecieron algunos rayos de sol, aunque rápidamente los nubarrones se encargaron de apagarlos.
Lentamente los jugadores comenzaron a despertarse, caminar y aflojar las horas del periplo, ante la complejidad que siempre significa el traslado de los mismos en micro. El desayuno llegó, al igual que el punto final de traslado aunque claro, siempre con algún obstáculo, como el que significó atrasar una hora y 100 kilómetros más la llegada.
FIN DE UN LARGO CAMINO.
Ya en tierras bonaerenses, luego del paso inesperado por Bahía Blanca, la delegación del Negro arribó al Hotel América. El equipo bajó, se instaló en su búnker dejando sus pertenencias pasado el mediodía, para luego dirigirse a almorzar. Tras la comida y un paseo por las playas de la ciudad balnearia, los basquetbolistas descansaron en sus habitaciones, a la espera de comenzar a trabajar en su primer objetivo: el tercer punto.
LLEGÓ LA TARDE.
Algunos optaron por la televisión, sobre todo los futboleros del plantel quienes observaron encuentros del fútbol argentino y otros de Champion League, otros por pequeños paseos, o simplemente la siesta.
Pasadas las 18 la merienda encontró al grupo. Tras el refrigerio el equipo aprontó sus pertenencias para trasladarse horas más tarde al Polideportivo Municipal -estadio donde hace las veces de local Monte Hermoso Basket- donde se cruzó con su adversario quien salía de entrenarse.
Con una entrada en calor a cargo del preparador físico Roberto Pulido, Echagüe inició su anteúltimo ensayo (hoy se prevén algunos movimientos más). Luego llegó la hora de hacer picar la Americana y, con el comando de Uranga y compañía, los Players trabajaron en aspectos tácticos de ataque y defensa, con la intención de vulnerar a su rival en ofensiva y contrarrestar los embates del adversario en defensa.
ANALIZANDO LA SERIE.
En la tarde de ayer, con una intensa lluvia y el frío que se hizo dueño del clima, Omar Cantón dejó sus impresiones de esta serie empardada entre Echagüe y Monte Hermoso. “Fueron dos juegos que tendríamos que haber ganado y no lo hicimos y por eso se encuentra cerrada. Todavía no está para nadie pero venimos muy confiados, sabemos que tenemos material y que jugando de visitante nos sentimos bien”.
En cuanto a su producción personal, tanto en el partido del sábado como el del lunes, juegos duros y de mucho roce, el interno, quien ayer adujo un dolor en el ciático, expresó: “Los dos partidos fueron batallas bravas, ellos son un equipo largo, en el partido del sábado me costó mucho llegar al final, y ya en el segundo encuentro rotamos el equipo, los chicos ingresaron e hicieron un trabajo excelente, tuvimos muchos minutos en el banco sin necesidad de entrar porque la verdad, había una ventaja que no solo la mantuvieron sino que la incrementaron, y sólo restó que ingresemos en el final para cerrar el cotejo a nuestro favor”.
Sacar una diferencia de arranque y mantenerla, ése es el objetivo. “Intentaremos hacer lo mismo de los encuentros anteriores, sabemos que los Playoffs son partidos diferentes, no sabemos cómo puede darse, pero la idea es seguir por el mismo camino, hacer lo mismo que los encuentros anteriores y que tengamos esa rotación necesaria y tranquilizadora para llegar al final cerrando a nuestro favor”, concluyó diciendo el rosarino, motivado y animado para lo que viene.
Nicolas Furlan, para El Diario
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