Complicado y aturdido

#Echagüe tuvo otro mal partido defensivo y lo pagó con una nueva derrota.
El pick and roll de #Libertad se hizo prácticamente indefendible para el AEC, que en su estadio cayó 95 a 90. Si bien reaccionó en el último cuarto, la visita lo ganó con justicia. Mañana llega el campeón.

Una vez más, la defensa fue el principal problema de Echagüe anoche en una nueva presentación en la temporada 2016/17 de la Liga Nacional de Básquetbol.

Una vez más, el AEC reaccionó tarde, tuvo chances en el cierre pero nada pudo hacer para evitar el 95-90 contra Libertad de Sunchales.
Una vez más, el Negro se quedó con las manos vacías y deberá mejorar mucho si pretende cambiar su presente, máxime porque el próximo rival será nada más y nada menos que San Lorenzo, el último campeón, mañana a las 21.30.
Una vez más, el conjunto paranaense tuvo bajas, en este caso las de Emilio Stucky (tobillo) y Franco Barroso (hombro), y con esto sigue dando ventajas.

EL PARTIDO
El lanzamiento externo fue la opción elegida por ambos para atacar el canasto de entrada y así el AEC sacó la primera diferencia (6-3). No obstante, cuando Libertad penetró fue sin problemas, y allí la visita hizo negocio (6-9).
Al ajustar su defensa Echagüe capitalizó sus ofensivas vía Gelvis Solano, que con dobles reavivó a su equipo (14-9 con triple de Ayarza incluido).
Los triples continuaron a pleno por ambos lados, dejando en evidencia problemas en la marca ya que los lanzadores lo hicieron siempre con total comodidad (20-23).

Cuatro triples por bando (4/8) dejó como saldo el primer cuarto en el que Solano (13 puntos con 5/9 en cancha) y Juan Brussino (9 tantos y 3 asistencias) se destacaron en sus respectivos equipos (21-23).
Un parcial 0-6 alejó a la visita apenas se reanudó el juego (21-29). Echagüe se topó con una zona 2-3 y le costó mucho encestar, no solo adentro, sino también afuera, donde bajó notablemente su eficacia (0/5). Esto, sumado a que los dirigidos por Facundo Müller siguieron beneficiándose cuando la bola pasó por el eje de cancha, hizo que los sunchalenses se escapen a 13 (24-37).

Con Ayarza y Joaquín Baeza el AEC apuntó mejor de tres. El interno panameño también aportó adentro y desde la línea, y gracias a su buen momento el local pudo achicar (34-40).
Parecía que Libertad despertaba pero con Nocedal, que volvió bien desde el banco luego de varios minutos de Carlos Buemo, y Solano; Echagüe no tiró por la borda lo hecho y quedó a solo 3 (42-45).

El Negro, que empezó mal el segundo cuarto, mejoró y se fue a los vestuarios con otra cara (42-46).
Con Brussino siempre como estandarte, y bien acompañado de Alejandro Alloatti, Libertad continuó dominando, sacando ventaja en el pick and roll, además de los yerros de Derrick Caracter abajo del canasto y en la línea de simples (47-59).

El AEC estuvo perdido en sus ataques, extrañó los tantos de Solano, y Libertad se encontró con la chance de dar un golpe como para allanar el camino de cara al futuro, y terminó arribando a los últimos 10 minutos 12 arriba (57-69), luego de haber sacado 15 (52-67 y 54-69).
Bajar los 23 tantos de promedio que la visita tuvo en los anteriores 30 minutos seria clave para Echagüe. Ni hablar encontrar otras opciones para vulnerar el aro de su rival. En este sentido, Caracter retornó con más confianza, contagió al público y a su equipo, para quedar rápidamente a 9 (63-72).

Pero solo con actitud a los paranaenses no les bastó. Porque defender a José Vildoza no fue posible, porque Miguel Ruiz y Jeremiah Massey fueron clave para que Libertad, con el correr de los minutos, continúe promediando una distancia entre los 8 y 12 puntos. Encima, Caracter llegó a su quinta personal -8 tantos en el cuarto- (Libertad también se quedó sin Alloatti).

Tarde pero seguro, Echagüe entendió que defender sería fundamental, y así creció, y así entró al último minuto 85-89 abajo.
En otro final dramático, Ayarza -lo mejor en el local- le volvió a dar vida al AEC, a 11.4 segundos, con un triple, luego de que Saglietti dejará 87-93 la historia.
Un entredicho entre Vildoza y Nocedal calentó aun más el epílogo, pero el beneficiado fue Libertad, con el reloj a su favor, para sentenciar todo desde la línea.

Santiago Reutemann, para El Diario
Foto: Bernardo Albisu