sábado, 18 de febrero de 2017

Con la chapa del campeón

#Echagüe fue puro empeño y sacrificio, pero no pudo con la jerarquía de #SanLorenzo.El elenco paranaense dio pelea y fue un rival incómodo para el Cuervo, que debió exigirse al máximo como para festejar en Paraná. La calidad y mayores recursos de los visitantes terminaron de volcar el juego.


Tal vez el resultado no lo registró, pero entre San Lorenzo y Echagüe hubo una diferencia clara y bien evidente. Y es natural. La calidad del plantel de uno y otro es notable, y en cancha quedó marcado. Echagüe no pudo con San Lorenzo y volvió a perder, pero ante las diferencias de estructura y capacidad, con mucho sacrificio realizó un partido más que digno.

Lo ganó la visita porque la diversidad de argumentos, un mayor potencial y la jerarquía de sus elementos terminaron volcando la balanza. El último campeón pasó por Paraná y dejó huellas. Ganó bien, sin brillar, pero dejando bien en claro su capacidad. Fue más que un Echagüe que con sacrificio y actitud terminó siendo un adversario incómodo para el líder. Fue por 85 a 74 en un partido mucho más equilibrado de lo pensado.

EL ARRANQUE.Echagüe hizo un gran primer cuarto pero aguantó hasta que su rival entendió el partido. El local se animó y con mucha intensidad no solo le jugó de igual a igual a San Lorenzo, sino que también hasta logró sacar una buena ventaja. No obstante, la jerarquía de la visita puso todo en su lugar y rompió con el entusiasmo del dueño de casa.
El AEC estuvo en partido cuando defendió y corrió la cancha. Estar concentrado atrás y ponerle vértigo al juego le sirvió como para sorprender en los primeros minutos. En ese lapso, se puso 14 a 7, estiró a 19-10 y hasta se fue 22-12. Solano en el perímetro, Caracter en la zona pitada y las ganas de Uranga fueron los elementos más importantes.
San Lorenzo se despertó con Gabriel Deck como figura y secó a su oponente. Una zona 2-3 fue un gran problema para Echagüe, que nunca supo como trabajarla y terminó ejecutando mal. Perdido y sin efectividad, el dueño de casa se quedó sin fuerzas ni ideas (3 de 18 en triples, 16%).
El campeón sacó chapa y tiró toda la calidad arriba del parqué. De aquel 22 a 12 pasó a ganar 35 a 27, con un parcial de 23 a 3.
Los infinitos recursos del elenco de Julio Lamas quedaron plasmados en el escenario. San Lorenzo ganó el segundo chico 27 a 8 y marcó claras diferencias. Es cierto que la primera mitad concluyó 44 a 32 para la visita. No mucha diferencia en el tanteador, sí en cancha.

SACRIFICIO.Echagüe fue otro en el arranque del complemento, defendió fuerte y se soltó. Jugó con mayor inteligencia y así fue que encontró la manera de destrabar un partido complicado. Con los triples de Davis se entusiasmó, ganó en confianza y le cambió el ritmo al juego. Quedó 51 a 45 abajo, de repente achicó 53-48 y hasta se puso 56 iguales con una bomba de Stucky.
¿La mala?. Caracter entró en el juego personal, Sandes le sacó dos faltas seguidas y tuvo que salir por cinco personales. Una baja elemental para el dueño de casa.

¿La buena?La efectividad en triples mejoró ostensiblemente y eso le elevó el espíritu. Metió 6 bombas en el tercer chico. Desde ya, el partido se hizo más entretenido, de hecho, al último chico entraron 63 a 61 para el Cuervo.
Con el partido palo y palo, se encendió Matías Sandes y a partir de su talento la visita volvió a dominar. Con puntos importantes y con asistencias, el ala pivot fue determinante para que la visita saque una luz de 10 tantos, 78 a 68 con 3 minutos por jugar. Esa diferencia, a tan poco del final y con la calidad del oponente, fue una brecha imposible de descontar. Echagüe fue puro esfuerzo, pero el campeón dejó su sello.OTRO MÁS.Echagüe no para de sumar lesionados. Anoche, en el inicio del segundo cuarto, Matías Nocedal resbaló y sufrió un fuerte tirón en el aductor derecho. Afuera todo el partido.
Pablo Rochi, para El DiarioFoto: Bernardo Albisu

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